Después de las masacres de 1915 llevadas a cabo por el Imperio otomano, se asumió durante mucho tiempo que no quedaba presencia armenia en el este de Turquía. Como resultado de estos crímenes de lesa humanidad contra el pueblo armenio, considerado el primer genocidio moderno y el segundo más estudiado después del Holocausto, los supervivientes fueron asimilados como musulmanes, y la mayoría perdió todo rastro de su identidad cristiana. Otros lograron ocultar sus orígenes; mientras que algunos huérfanos, adoptados por turcos, solo descubrieron la verdad durante su vida adulta. Este libro lleva por primera vez al lector al corazón de estas comunidades ocultas, desenterrando su herencia e identidad únicas. Avedis Hadjian viajó a pueblos y aldeas que alguna vez estuvieron densamente poblados por armenios, y registró historias de supervivencia y descubrimiento de descendientes que permanecen en la región. Asistimos a un recorrido por la Turquía actual en busca de los llamados «armenios secretos», muchos de ellos incorporados a las mayorías turca y kurda. Estas son sus historias, acalladas durante un siglo, en las que se calcula que alrededor de un millón y medio y dos millones de civiles armenios fueron perseguidos y asesinados, entre 1915 y 1923, en un intento de exterminar la cultura armenia.
«El rasgo fundamental del espectáculo moderno es la puesta en escena de su propia ruina». Así se expresaba Guy Debord en 1959. Lo que desde entonces parece claro es que –aunque las ruinas siempre ocupasen un lugar en la reflexión teórica y en la sensibilidad artística– el devenir histórico cercano ha abocado a la humanidad y a la vida en la Tierra hacia ese horizonte extraño. Siguiendo esta intuición, en este libro se estudia la presencia de las ruinas y los descampados en el arte, la arquitectura y el pensamiento europeos contemporáneos. Y, si se logra mostrar algo, eso es que las ruinas ocupan un lugar central, tanto en las denuncias más o menos veladas a los modelos socio-económicos heredados, como en las propuestas regeneradoras más recientes sobre el paisaje.
Las arpías. Medusa. Las esfinges. Circe. La mitología de todas las civilizaciones está llena de monstruos representados bajo forma femenina: son mujeres que no respetan los límites, enfadadas, codiciosas, abiertamente sexuales. Fueron concebidas como engendros deformes, horripilantes, para con el paso del tiempo atribuirles una belleza e inteligencia sibilinas. Su pecado es poner en jaque el valor y la fortaleza masculinas, desafiar a los grandes héroes, amenazar la historia. En este ensayo que combina la crítica histórica y literaria con el manifiesto político y las memorias, Jess Zimmerman nos ofrece un repaso lúcido y combativo por esas grandes fealdades atribuidas a las mujeres desde el inicio de los tiempos, representadas en once monstruos legendarios. Porque, tal vez, aquello que nos hace peligrosas, o poco deseables, es en realidad nuestra mayor fortaleza.