Mucha gente está familiarizada con la vida y la obra de Vincent Van Gogh y su activa y reveladora correspondencia con su hermano Theo. Pero sus hermanas, Anna, Lies y Wil van Gogh, han pasado desapercibidas hasta ahora. En esta convincente biografía colectiva basada en la correspondencia inédita del archivo de la familia Van Gogh, el historiador del arte Willem-Jan Verlinden convierte a las tres hermanas de Vincent en el centro de la atención. Una discusión con Anna, la hermana mayor, provocó que el artista abandonara para siempre los Países Bajos. La segunda, Lies, cayó en la pobreza a pesar de sus aspiraciones literarias y se vio obligada a vender muchos cuadros de su hermano. Willemien, la menor, participó activamente en el emergente movimiento feminista, y discutía con entusiasmo sobre arte con Vincent. Este fascinante relato refleja un momento histórico de profundo cambio social, económico y artístico, en el que las hermanas Van Gogh, en la correspondencia poco conocida entre ellas, registraron sus aspiraciones y sueños, sus decepciones y penas.
Este libro presenta una historia en profundidad de internet, desde sus orígenes, quizás muy alejados de los que sospeche el lector (y tan antiguos, de hecho, como las ideas de Leibniz o el telar de Jacquard), hasta el momento actual. Además, a lo largo de sus páginas Justin E. H. Smith ofrece un esclarecedor examen del impacto y la recepción sociológicos de esta tecnología, deteniéndose en cómo la red ha pasado de augurar escenarios utópicos a constituir el centro de probables distopías en la medida en que ha sido colonizada y transformada por agentes privados e intereses comerciales. "Internet no es lo que crees que es", por tanto, supone una historia y una advertencia ante lo que el mundo del presente podría llegar a ser en un contexto en el que internet y los incontables dispositivos que se sirven de ello no estén sometidos al debido examen ético y legal.
Se diría que la experiencia amorosa es universal, aquella a la que todas las personas prácticamente sin excepción se creen autorizadas a referirse. Amo, luego existo nos acerca en concreto a la forma de vivir el amor de quienes se dedicaron intensamente a intentar comprender qué significa amar y ser amados. ¿Y cómo amaban, por cierto, los grandes pensadores? Los estoicos con paciencia, los vitalistas con entusiasmo, los nihilistas con pesimismo. Para un pensador, el amor es algo tan apasionante o doloroso como para el resto de los mortales. Porque el amor no es un asunto teórico de idéntico rango que los de mayor importancia: es una de las experiencias más intensas y absorbentes que puede tener un ser humano.
Lo que caracteriza a los filósofos seleccionados es precisamente que intentaron arrojar algo de luz sobre una pasión que en algunos momentos les devoró por completo. A la vista del lector estará que obtuvieron resultados desiguales, como también lo estará que todos ellos identificaron la aventura del pensamiento con la de la misma vida.