100 años después de la Marcha sobre Roma, Georgia Meloni llegó al poder en Italia. Cuando se cumplían casi 90 años del incendio ocurrido en el Reichstag, ante el asombro de medio mundo, el Capitolio de Estados Unidos fue asaltado por una turba de partidarios de Trump. 85 años después de la noche de los cristales rotos, cientos de bolsonaristas ocuparon el parlamento brasileño negándose a aceptar el resultado electoral. Y más de 78 años después de la victoria contra el nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial asistimos a una verdadera eclosión global de las derechas radicales. Todo ello nos plantea algunas preguntas inquietantes: ¿Qué está detrás de esta emergencia global reaccionaria? Y, sobre todo, ¿se puede reeditar una suerte de totalitarismo neofascista en pleno siglo XXI? Este libro analiza en toda su complejidad la nueva ola de autoritarismo reaccionario de Trump a Milei que se ha ido extendiendo en gran parte del mundo durante estos últimos años. Para ello, parte del análisis de la crisis de largo aliento del capitalismo que, conjugado con la emergencia climática, configura un cóctel perfecto de malestar social. Para sorpresa de muchos, en especial de las izquierdas, este malestar se ha manifestado en una rebelión reaccionaria.
Esta obra, por primera vez en castellano, ofrece una visión de aquellos días -alejada de dogmatismos, tópicos y modas políticas y académicas- sobre el origen y la historia de la República de Weimar. Rosenberg tuvo a su disposición material desconocido para ofrecer explicaciones sobre el desarrollo del movimiento obrero alemán, tierra de nadie y a veces tabú en la literatura internacional. Rosenberg, como exponía quien fuera editor de parte de su obra, Kurt Kersten, pone en debate interpretaciones que han calado como dogmas y da a conocer al lector la naturaleza y las intenciones de figuras como Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht. Quizá todo ello explica su olvido como gran historiador marxista.
«Ha sido difícil y a la vez muy hermoso meterme en la piel de María de Magdala, una mujer a la que siempre he admirado y respetado.
Ella fue testigo de la resurrección del Señor y encargada por Él de comunicárselo a los demás. En esta novela la he imaginado como una mujer fuerte, inteligente y valiente que deseaba ser protagonista de su propia existencia en una sociedad en la que las mujeres no significaban nada. Tras el encuentro con Jesús, el amor de su vida, todo su interior se trastocó y de su horizonte existencial desaparecieron las sombras.
Somos muchas las mujeres que hoy, en pleno siglo xxi, la consideramos un modelo a seguir».
María Teresa Álvarez