El globalismo no es globalización, sino una demoledora ideología que supone el más ambicioso proyecto de ingeniería social y control total en curso. Institucionalizada en organizaciones que, por definición, no tienen ni patria, ni territorio ni pueblo, esta ideología pretende parir un régimen político antidemocrático de alcance global. Así la soberanía de las naciones se redistribuye entre organizaciones supranacionales como el Foro Económico Mundial o la ONU con su Agenda 2030, liberadas de las limitaciones de los intereses particulares de los pueblos, para coordinar las transformaciones necesarias para nuestra «supervivencia». El globalismo también propone nuevas formas de legitimidad basadas en la tecnocracia y la supuesta filantropía de organizaciones como la Fundación Gates, la Open Society de Soros, y la Fundación Rockefeller.
En esta obra, Agustín Laje explica magistralmente el origen y la formación del contrato social de nuestros Estados nacionales sobre una base democrática, mostrando cómo el globalismo busca culpabilizar estas estructuras para llevarnos a un callejón sin salida, donde todo se cede a una gobernanza global no representativa, la máxima expresión de la oligarquía de unos pocos privilegiados a los que nadie votó, y que ante nadie rinden cuentas pero que pretenden dirigir el destino del planeta.
El autor llama a todos los actores sociales, políticos, religiosos e intelectuales a unirse contra el globalismo. La paradoja de que los patriotas olviden sus fronteras para esta batalla cultural adquiere un nuevo significado. Conocer la verdad y denunciar la mentira es un arma valiosa que este libro ofrece.
En Reír, crecer, vivir, Navajo entrelaza magistralmente lo placentero y lo profundo, infundiendo cada reflexión diaria con humor y perspicacia espiritual. La risa diaria proporcionada por los eventos de la vida real sirve como recordatorio de que la alegría es una parte esencial de nuestro viaje espiritual. Mientras te ríes, también creces, tanto en tu comprensión de las Escrituras como en tu relación personal con Cristo.
No hay nada que tranquilice a nuestros corazones y mentes como las promesas de Dios.
Promesas de Dios para cada una de tus necesidades ofrece el consuelo y la esperanza que sólo se encuentran en la Palabra de Dios. No importa cuál sea tu situación, ¡Dios tiene una promesa para ti!
Algunas de las promesas que se abarcan incluyen:
Eternidad
Amor
Paciencia
Seguridad
Perdón
El Espíritu Santo
La fidelidad de Dios