Esta historia de los Reyes Católicos, que no solo se centra en los aspectos más curiosos y extravagantes de su reinado, trae una visión renovada y amena sobre la vida de los monarcas y todo lo que les rodeó desde que eran solo unos niños. Sus relaciones familiares, su educación, su llegada al trono y la construcción de las bases de un imperio que perduraría durante varios siglos tras el descubrimiento de América.
César Cervera, periodista y divulgador histórico, lleva al lector a recorrer una de las épocas más importantes de nuestra historia en la que se mezclan personajes como la Beltraneja, el Gran Capitán, Colón o el futuro Carlos I, para descubrir todo lo que no sabías sobre Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
El mejor Esparza regresa al ensayo histórico para recuperar y contarnos nuestra historia, que no es otra que la de aquellos que, antes de nosotros, construyeron este país.
La historia de España es inmensamente rica. Su lenguaje, su cultura y sus gentes son universales. En este libro, José Javier Esparza hace un recorrido completo y épico por ella para viajar a través de todas las épocas y conocer sus grandes personajes y acontecimientos. Desde Atapuerca hasta la democracia actual, pasando por Hispania, los visigodos, la conquista musulmuna y la Reconquista, América, los Siglos de Oro, la Guerra de Independencia o el turbulento siglo XX, esta impresionante obra de síntesis está destinada a convertirse en un referente.
'Anthia contuvo la respiración. Estaba nerviosa. El parto de su amiga Dorema se complicaba…'. Así comienza este relato de la vida de una mujer grecorromana del siglo I en la populosa ciudad de Éfeso.
A lo largo de una semana, el lector es invitado a acompañar a esta mujer de clase baja por las callejuelas y plazas, por los baños y mercados de la capital de la provincia romana de Asia.
Pero ser mujer en la Antigüedad, al igual que niño, anciano o esclavo, era una profesión de alto riesgo. Las malas condiciones laborales, el hacinamiento en las casas, la deficiente higiene y la alimentación precaria complicaban de tal modo la vida que sólo las divinidades aparecían como asideros para conservar la esperanza.
En la ciudad de Éfeso, cuya envidiada prosperidad tenía como pilares el lucrativo templo de Artemisa, los negocios que propiciaba su puerto en el mar Mediterráneo y la protección de Roma, nada hacía suponer que el sereno discurrir de sus días y la estabilidad social iban a verse alterados por un nuevo grupo venido de Oriente.