Durante siglos los modernos construyeron su mundo y sus ciencias separando tajantemente naturaleza y cultura. El mundo y el hombre como dos realidades separadas. Objetos que eran apenas tocados, o ni siquiera, por sujetos que conocen, transforman y rompen. Morton acuñó el término «hiper-objeto» para referirse a las cosas que se distribuyen masivamente en tiempo y espacio en relación con los humanos. Son directamente responsables de lo que Morton llama «El fin del mundo», volviendo obsoletas tanto la mirada apocalíptica sobre la crisis ambiental, como su negación. Los hiper objetos ya han inaugurado una nueva fase humana de hipocresía, debilidad e inconsistencia.
Seamos niños o adultos, constantemente se nos pide que obedezcamos. Pero ¿para qué, con qué objeto? ¿Cuándo obedecer nos salva y cuándo nos atrapa? ¿Cuándo nos protege de lo peor ... o nos priva de lo mejor? ¿Nos da espacio o nos inmoviliza? ¿Cómo se produce el deslizamiento entre el hecho de estar obligados a obedecer ( en espacios abiertamente disciplinarios) y el de ser libres para obedecer ( en los espacios ''normales'' del comercio y de la comunicación)? Este texto luminoso nos ofrece algunas respuestas.
Ya ha sido esclarecido el problema de las circunstancias históricas (materiales, técnicas, burocráticas, jurídicasà) en que tuvo lugar el exterminio de los judíos. Muy diferente es la situación respecto del sentido ético y político del exterminio o, incluso, simplemente de la comprensión humana de lo que ha ocurrido, es decir, en última instancia, de su actualidad. No solamente falta aquí algo así como un intento de comprensión global, sino también del sentido y de las razones del comportamiento de los verdugos y las víctimas; cuyas propias palabras, muy frecuentemente, siguen apareciendo como un insondable enigma, fortaleciendo la opinión de los que quieren que Auschwitz permanezca por siempre incomprensible. La aporía de Auschwitz es la misma aporía del conocimiento histórico: la no-coincidencia entre los hechos y la verdad, entre la constatación y la comprensión. Como se verá en este libro, casi ninguno de los principios éticos que nuestro tiempo ha creído poder reconocer como válidos ha podido superar la prueba decisiva, la de una æEthica more Auschwitz demonstrataÆ. El proyecto filosófico æHomo sacerÆ, que Giorgio Agamben construyó a lo largo de veinte años de reflexión y escritura, es uno de los más influyentes, citados y discutidos de las últimas décadas en todo el mundo. Se compone de nueve libros en los que el pensador italiano investiga y analiza el origen, la construcción, el alcance y los usos que constituyen la maquinaria política del poder en Occidente.