Existe la opinión generalizada de que España no tiene una filosofía propia, cuando lo cierto es que lo mejor de la filosofía española se encuentra diseminado en su literatura. Prueba fehaciente de ello es Baltasar Gracián, «padre de filósofos», como lo llamó Schopenhauer. En un mundo carente de orden y sentido como el Barroco, el jesuita aragonés proporciona todo un arte de saber vivir, una antropología existencial del hacerse persona que se funda en la autoafirmación personal. ¿Cómo se llega a ser lo que se es? He aquí el leitmotiv de toda la obra graciana: la filosofía como manual de comportamiento en tiempos de crisis. El hombre prudente de Gracián aspira a crear sentido en medio del «sin-sentido», y hacerlo con medios humanos (como si no hubiese divinos), con la sola fuerza de su agudeza y de su ingenio. Si bien es cierto que el héroe graciano no está solo: su soledad es una soledad compartida. Por eso todo proyecto de realización personal debe hacerse valer en el gran teatro del mundo. La actualidad de Gracián no se agota en el largo siglo xvii, y no es casual que su obra haya logrado saborear las mieles del éxito en Wall Street.
En estas memorias del viejo Bloomsbury Virginia Woolf recrea el ambiente de la convivencia en la casa de Gordon Square a principios del siglo XX. Woolf describe las reuniones que allí acontecieron, los temas que se trataron con personalidades notables como Clive Bell, Saxon Sidney-Turner o Thoby Woolf, y consigue pintar el cuadro de un mundo vivaz y heterogéneo que tal vez comenzaba a morir en el momento justo de nacer. Estamos ante un ensayo imprescindible para conocer la huella de estas experiencias en la autora, así como el contexto donde se desarrolló el afamado círculo de Bloomsbury. Virginia Woolf ofrece en este ensayo las claves del ambiente intelectual, pero también sentimental, del célebre Bloomsbury.
Pocos hombres han sido tan fieles al compromiso con la vida, la libertad y sus semejantes desfavorecidos como Howard Zinn. Parece improbable que un profesor de historia se vea involucrado, o incluso sea protagonista, de tantas peripecias y aventuras como él lo fue. Bombardero en la Segunda Guerra Mundial, profesor en una institución para mujeres afroamericanas durante la lucha por los derechos civiles en el sur de los EE.UU., activista antibélico y enviado a Hanoi durante la Guerra de Vietnam, protector del hombre que sustrajo los Papeles del Pentágono, Estas y otras son las estaciones de una vida intensa y plena de compromiso con la vida y las personas que le llevaron innumerables veces a la cárcel y fueron la causa de numeroso intentos de descrédito.