«El ser humano es ahora víctima de su propia tecnología», afirmó Aldous Huxley en una entrevista a la BBC en 1961, dos años antes de morir. Célebre por su novela distópica Un mundo feliz, Huxley fue también un lúcido crítico de la civilización industrial. Desde el comienzo de su carrera de escritor, se mostró preocupado por la relación entre el progreso científico y la sociedad humana.
Los ensayos reunidos en El precio del progreso, escritos entre 1946 y 1962, muestran cómo Huxley puso por delante de cualquier otro factor para el cambio, la necesidad de cuestionar el dogma del progreso científico y tecnológico. Supo desvelar el peligro inherente a la transformación social en Occidente si dicha transformación, independientemente de su naturaleza política, no tenía en cuenta en qué medida la industrialización y la tecnología suponían amenazas patentes para la emancipación total de las comunidades humanas.
El columnismo actual está dominando por dos vicios que parecen contrapuestos: el cinismo y el buenismo (...) Mariona Gúmpert está en la acera opuesta, aupada a hombros del liberalismo clásico, la doctrina social cristiana y el sentido común de quienes sienten alergia por este parque temático del consumismo, cada vez más insatisfactorio para todos. (Del Prólogo de Víctor Lenore).
En Infodemics, posverdad y la sociedad que viene, Mariona Gúmpert, una de las columnistas más brillantes de la actualidad, combina perfectamente la solidez argumentativa con un estilo entretenido e ingenioso para presentarnos a través de estas páginas las contradicciones e incoherencias de nuestra cultura que han llevado al desgaste y decadencia del pensamiento posmoderno.
Sus escritos, de gran rigor intelectual y fuerza expresiva, despiertan al lector de su letargo, haciéndole salir de sus inercias y replantearse la realidad, empujándole a revisar de un modo crítico los argumentos procedentes tanto de la derecha como de la izquierda.
Mariona Gúmpert, Dra. en Filosofía por la Universidad de Navarra, con una tesis sobre libertad y liberalismo filosófico. Articulista en Vozpópuli y en El debate de hoy, ha colaborado en distintas revistas como Letras libres, Disidentia o The Last Journo.
Actualmente compagina su trabajo como escritora con la docencia universitaria en la Universidad Pontifica de Salamanca y en ISSEP. Participa asiduamente en congresos y debates, además de impartir conferencias y realizar una labor activa en redes sociales. Su gran ambición es acercar las ideas al público no especializado en filosofía, lo que consigue con un estilo ameno, cercano y salpicado de humor.
Contaminación de los ríos, embriones congelados, coronavirus, sida, agujero de ozono, robots… ¿Cómo comprender estos “objetos” extraños que invaden nuestro mundo? ¿Proceden de la naturaleza o de la cultura? Hasta aquí, las cosas eran simples: para los científicos, la gestión de esta división tradicional del trabajo no puede explicar la proliferación de híbridos. De ahí el sentimiento de pavor que generan y que los filósofos contemporáneos no consiguen disipar.
¿Y si hubiéramos tomado el camino errado? De hecho, nuestra sociedad moderna nunca funcionó de acuerdo con la gran división que sustenta su sistema de representación del mundo: la que opone radicalmente la naturaleza a la cultura. En la práctica, los modernos no dejaron de crear objetos híbridos, que proceden tanto de la una como de la otra y que se niegan a pensar. Nunca fuimos verdaderamente modernos, y hoy en día, para comprender nuestro mundo, hay que cuestionar ese paradigma fundador.
Traducido a más de veinte lenguas, Nunca fuimos modernos renovó profundamente los debates de la antropología porque modificó por completo la división entre naturaleza en singular y culturas en plural.
Al ofrecer una alternativa al posmodernismo, Bruno Latour abrió nuevos campos de investigación y brindó a la ecología posibilidades políticas inéditas. Como homenaje a este pensador original y único, que falleció en octubre de 2022, hemos creído oportuno reeditar el presente volumen, donde se ofrecen múltiples herramientas para afrontar con rigor los innumerables retos que se le plantean al ecologismo.