Un relato fascinante, en ocasiones soslayado,
del libro en manos humanas, de las
sensaciones y los hábitos que genera
en contacto con los lectores.
Los libros son importantes por las palabras que contienen,
pero además de mundos que residen en nuestra mente
son también objetos que nos acompañan. Magia portátil se
adentra en el simbolismo de las obras literarias como artefactos,
es decir, el encanto inherente a su materialidad y
portabilidad.
A partir de los múltiples aspectos que inciden en nuestra
relación con los libros (incluso sin haberlos leído) y reinterpretando
hitos cruciales en la historia de la lectura, Emma
Smith reflexiona sobre la consciencia que hemos adquirido
del universo de ejemplares atesorados, devorados, censurados
y destruidos a lo largo de los siglos, o simplemente hojeados
durante nuestra vida. Asimismo, la autora se detiene
en la combinación de forma y contenido que condiciona no
solo la experiencia lectora, sino el debate social, político y
religioso que desencadenan.
El estoicismo fue una de las escuelas filosóficas más influyentes de la antigüedad y su influencia sigue vigente hoy en día. Surgió en Atenas hacia el 300 a. C. y se convirtió en una de las filosofías más populares del mundo romano; sus doctrinas atraían a personas de todos los estratos de la sociedad antigua, desde el esclavo Epicteto hasta el emperador Marco Aurelio.
Con un lenguaje sencillo y muy divulgativo, en Estoicismo Sellars ofrece una introducción a los estoicos antiguos, a sus obras y a otros autores antiguos que refieren testimonios sobre la filosofía estoica, una escuela de vida que todavía tiene mucho que decir a los lectores del siglo XXI.
Vivimos en una época en la que las élites dominan todos los ámbitos de la vida, y lo hacen bajo la apariencia de bienhechores y filántropos. Miramos a esos grandes hombres con admiración, envidia e, incluso, agradecimiento. Personas como Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Bill Gates o Mohamed bin Salmán no solo figuran en el top de los más ricos, sino que, además, poseen gigantescas compañías tecnológicas y grandes conglomerados financieros. Son los dueños del planeta, pero ¿son lo que aparentan? ¿Qué se oculta detrás de esas sonrisas autocomplacientes? ¿Hasta dónde llega su afán de poder? ¿Cómo afecta al resto de la ciudadanía sus acciones?