Camina a través de los registros de los Evangelios de las «confrontaciones audaces» de Jesús y descubre cómo usar tu conocimiento recién descubierto de la persona de Jesús para defender la verdad bíblica de la fe cristiana.
¿Tienes idea de quién es realmente Jesús?
«Lo que pienses de Jesucristo influirá a fondo en cómo piensas sobre todo lo demás», señala John MacArthur. Esta es una verdad fundamental en la vida de todo creyente. Tu visión de Jesús afecta la forma en que ves a Dios, al mundo y cada una de tus decisiones.
En estos días, a menudo se presenta a Jesús como un pacifista, un filántropo o un maestro dócil. Adopta una pose plástica, y a veces patética, en la mente de muchos. Algunos prefieren al manso y apacible Jesús que sana a los enfermos, calma los temores y habla de paz y buena voluntad. Estas cosas representan una fase del Mesías. Pero, trágicamente, demasiadas personas nunca han estado expuestas a la totalidad de quién es él. Nunca han tenido una vista completa de 360 grados del Salvador. Su audacia frente a la confrontación y por qué eso importa. Hasta ahora.
La Madre Teresa fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX, y su recuerdo sigue inspirando labores caritativas por todo el mundo. Ella creía que la más grande necesidad de un ser humano era amar y ser amado. En 1948 fundó los Misioneros de la Caridad para trabajar directamente con los más pobres de Calcuta. A consecuencia del esfuerzo de una mujer adentrándose por los barrios bajos de Entally, los Misioneros de la Caridad crecieron hasta convertirse en una organización que operaba comedores, clínicas, hospicios y albergues en 139 países, sin ningún costo para el gobierno ni para quienes atendía. En 2016 se convirtió en Santa Teresa de Calcuta.
Durante la última década, Joaquín Luna se ha convertido en un personaje de ficción, la voz desacomplejada de la experiencia, periodista de La Vanguardia, dandi de la noche barcelonesa y experto polemista en política y divorcios. Lo ha hecho a través de textos capaces de adentrarse en la contemporaneidad y sus absurdidades sin perder nunca el sentido del humor.
En este libro brilla su estilo para capturar el patetismo de nuestros días, un lugar en el que el pasado y el presente colisionan siete veces en lo que dura un agua con gas. Divertidas, osadas, incómodas, estas páginas son un ejemplo de literatura costumbrista, escritas por un maestro en aquello de meterse en un berenjenal sin arrugarse la camisa.