Desde el indeleble recuento de su estancia por Arabia Saudí, pasando por la industria cinematográfica siria, el conflicto de Gaza, y un devastador artículo sobre la captura y las ejecuciones de los cuatro periodistas y cooperadores internacionales en manos del Estado Islámico y el estrepitoso fracaso de las democracias occidentales, en particular de Estados Unidos para hacer frente al conflicto que asola Oriente Medio, el lector se ve embarcado en una inquietante travesía por el mundo de la violencia yihadista, convirtiéndose en observador de perpetradores, cabecillas, lobos solitarios, víctimas y enemigos.
Dios creó al hombre para ser señor y regente de toda
la creación, el diseño original no lleva esclavitudes,
sugiero esclavitud de ningún tipo, por esta razón las
miserias nunca han sido aceptadas por el hombre,
la lucha existe por la intención de recuperar todo lo
perdido en su caída.
El ser humano lucha por la salud, la vida, la prosperidad,
alcanzar algún nivel de bienestar.
El éxito es superación, es elevarse sobre muchos y
superar adversidades, es crecer y resplandecer y sobre
todo hacer la voluntad de Dios.
El Dr. Williams Medrano en la presente obra nos plantea
de manera pedagógica, con sus propias vivencias, que
se puede ser más que nuestros patrones sociales y
familiares, que se puede crecer por encima de lo que los
demás esperan, que el éxito espera por los visionarios,
que el fracaso es para los que no sueñan ni tienen
visión.
Al leer la propuesta de este libro me di cuenta que el
éxito no es una herencia, solo se conquista a sangre,
fuego, lágrimas y sudor, bajo el poder y la gracia de Dios;
que el modelo familiar es imprescindible para los que
quieran heredar sueños y valores que te darán éxitos
en todas las áreas de la vida; que nuestro propósito
debe ser cumplir el plan y diseño de Dios para nuestra
vida.