¿Qué es la «vida líquida»? La manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contemporáneas. Se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado, puesto que se halla inscrita en una sociedad que, por su carácter líquido, no mantiene por mucho tiempo una misma forma.
Lo que define nuestras vidas es, por lo tanto, la precariedad y la incertidumbre constantes. Y el motivo de preocupación que más obstinadamente nos apremia es el temor a que nos sorprendan desprevenidos, a no ser capaces de ponernos al día de unos acontecimientos que se mueven a un ritmo vertiginoso, a pasar por alto las fechas de caducidad y vernos obligados a cargar con bienes u objetos inservibles, a no captar el momento en que se hace perentorio un cambio de enfoque y quedar relegados.
Leer hoy a Maquiavelo no es un anacronismo. No sólo porque se lo considera uno de los fundadores de la moderna teoría política, sino porque la realidad sigue dando la razón a sus análisis de la acción política.
Estos ensayos son testimonio de la labor pastoral de Illich, que afronta problemas eminentemente prácticos a la luz de unos pocos conceptos genuinamente teológicos: la oración, la pobreza de espíritu y el Reino. Como señala Giorgio Agamben en su prólogo, estamos ante «un pensamiento del Reino, de la especial presencia de este entre nosotros, ya cumplida y, sin embargo, todavía no».En el núcleo de la obra de Illich está la oposición a la naturaleza imperialista de las actividades misioneras auspiciadas por el Estado y la Iglesia. Su honda comprensión de la historia de esta última, especialmente en el siglo XIII, aportó a su crítica de la Iglesia y otras instituciones del siglo XX la perspectiva del historiador.