Pese a la autocomplacencia de muchos de sus cultivadores, no es un secreto para nadie que tanto la crítica de literatura y pensamiento como el llamado periodismo cultural están bajo mínimos, en parte por la precarización de los medios pero también o sobre todo por las evidentes carencias de las plumas que se limitan a ejercer como terminales de propaganda. En este panorama degradado sobresalen tanto más los autores que recogen el testigo de los grandes para combinar el conocimiento y la independencia de criterio, lejos de la corrección y los lugares comunes. Caracterizada como de costumbre por la variedad, la erudición y la ironía, la nueva recopilación de ensayos de Juan Bonilla se abre con una colección de ácidas y chispeantes notas, seguidas de aproximaciones a Unamuno, Kafka y Borges. Reflexiones sobre la fotografía, las humanidades y la ciudad completan un amenísimo volumen donde el jerezano derrocha originalidad, brillantez y frescura, cualidades que han convertido al narrador y poeta en un crítico y articulista ineludible. «Los libros son espejos: No puede un simio que se asoma a ellos esperar que quien salga reflejado sea un apóstol. Lo dijo Lichtenberg, y sin embargo… Quizá los grandes libros son precisamente los antiespejos: muestran a los simios que se asoman que en todos ellos hay algo de apóstol, y sobre todo les recuerdan a los apóstoles que van a contemplarse que al fondo de sus ojos sigue habitando un simio».
¿Camina la «atlantología» por un sendero errado? ¿Hemos ignorado incongruencias trascendentales en el relato de Platón? ¿Manejamos mapas históricamente adecuados? ¿Y si la clave que nos acercaría a la resolución del enigma no se hallara en el célebre estrecho de Gibraltar, sino en el desconocido e inexplorado estrecho de Coria? ¿Hacia dónde nos conduce el rastro del tsunami que habría puesto fin drásticamente al Imperio calcolítico? ¿Acaso alberga la ciudad de Sevilla los vestigios de la Atlántida?
Los diálogos platónicos Timeo y Critias nos situaron tras la pista de una fascinante civilización perdida que aún hoy permanece sumida en la nebulosa del mito. ¿Fantasía o realidad? Entre quienes valientemente se han propuesto escrutarla desde el prisma de la ciencia en los últimos tiempos, muchos especialistas, lastrados por una ahistórica e inexacta interpretación de las fuentes escritas, han pasado por alto detalles cruciales que, como a Schulten en su búsqueda de Tartessos, los habrían acercado a la verdad. La presente obra, fruto de casi treinta años de trabajo, consolida un insólito giro de las investigaciones que, frente a la idea del golfo de Cádiz, apunta a la antigua Híspalis como epicentro atlante: mediante un riguroso análisis de los textos y sus traducciones, y una mirada interdisciplinar a los últimos hallazgos geológicos y arqueológicos, el autor reconstruye de manera inaudita el mapa y los acontecimientos descritos por el filósofo y, contrastándolos, nos retrata la naturaleza de la Atlántida como nunca antes.
¿Influyó el antiguo gnosticismo en el joven Hegel? En esta obra reveladora, Andrés Ortigosa examina una sugerente hipótesis planteada por el filósofo Leonardo Polo: que los escritos de juventud de Hegel, especialmente los de sus periodos en Berna y Fráncfort, contienen resonancias profundas con el pensamiento gnóstico. Con rigor y claridad, Ortigosa explora cómo las ideas gnósticas pueden haber moldeado la concepción temprana de Hegel sobre la razón como chispa divina y su búsqueda de la unidad entre lo finito y lo infinito. Para Hegel, la razón no es solo una herramienta humana, sino un reflejo de la esencia divina, en una comunión de lo racional y lo espiritual que desafía las interpretaciones seculares de su pensamiento. A través de un análisis minucioso de fuentes y textos, esta obra arroja luz sobre una dimensión poco explorada del célebre filósofo y revela la influencia de lo místico y lo mistérico en su formación. Hegel, el gnóstico es una lectura indispensable para quienes desean profundizar en los matices de su pensamiento y en las influencias que marcaron su filosofía, invitando al lector a redescubrir a Hegel desde un ángulo único, donde razón y misterio se entrelazan en una relación fascinante. «Este libro recorre las pistas que se nos van presentando a lo largo de las etapas de la vida y la obra del filósofo alemán, desbrozándonos un sendero por entre la espesura del gnosticismo y del propio Hegel». José Antonio Antón Pacheco, profesor titular de Historia de la Filosofía de la Universidad de Sevilla.