He aquí uno de los textos más remotos de la humanidad: un compendio de sabiduría y, a la vez, un oráculo. Formado en su inicio por una sintética combinación de tres trazos de líneas, continuas y discontinuas, I Ching ofrece un enorme abanico interpretativo que atrajo desde antaño a los antiguos pensadores, quienes lo ampliaron con sus comentarios y lo transformaron en el primero de los libros clásicos del confucionismo. Se convirtió, así, en una obra fundamental del pensamiento que traspasó fronteras hasta Occidente y ayudó a dar forma a nuestra modernidad. Antes como ahora, el Libro de las Mutaciones sigue ejerciendo su fuerza evocadora: ayuda a conocerse mejor a uno mismo y permite que nuestro pensamiento evolucione en la complejidad de la vida.
Esta conferencia de Jacob Grimm, traducida por primera vez al castellano, comparte con el texto clásico de Cicerón una visión optimista y serenamente alegre de la vejez. Los dos autores enfrentados al dolor de una perdida reciente, Cicerón la de su querida hija y Grimm la de su hermano, son capaces de sobreponerse para hablarnos de las ventajas de llegar a una edad en la que podemos disfrutar de los placeres de la vida de una manera más sosegada y menos exigente. La satisfacción de una vida plena, la capacidad de apreciar el día a día, los paseos, las lecturas o el trabajo en el huerto, se convierten de la mano del gran filósofo romano y del filólogo alemán en un panegírico valiente y calmado de esa etapa de la vida.
Mucho se ha investigado sobre las causas y los tratamientos de la depresión. Poca atención, sin embargo, se le ha prestado a sus sentidos más profundos. En este ensayo tan filosófico como personal y poético, Eva Meijer entreteje sus propias experiencias con agudos análisis y reflexiones. "No creo que entender mejor lo que es una depresión pueda curar a las personas -escribe Meijer-, sin embargo, tiene su valor. La depresión es más que un problema químico: las cuestiones que preocupan a las personas deprimidas son las fundamentales del ser humano".
Recurriendo a fuentes filosóficas, artísticas y literarias, a recuerdos personales y a estudios científicos, este breve y potente ensayo explora qué es y cómo se siente una depresión, e interroga para ello la dimensión corporal de las emociones, los beneficios de la terapia y la conversación, el modo en que el lenguaje nos da forma y el rol que juegan la historia y la cultura en la construcción y comprensión de los malestares y las enfermedades.
Con su prosa sensible y aguda, Los límites de mi lenguaje es una meditación estimulante y conmovedora que, sin evadir las preguntas difíciles y los terrenos oscuros, se lanza a la búsqueda de todas aquellas cosas, grandes o pequeñas, nobles o inútiles, a las que podemos aferrarnos para darle sentido a la vida.