Dos médicos en la misma ciudad pueden dar diagnósticos diferentes a pacientes idénticos; dos jueces pueden dictar sentencias distintas ante delitos similares; nosotros mismos podemos decidir una cosa u otra según sea por la mañana o por la tarde, o según se acerque o no la hora de comer. Estos son ejemplos de ruido: el sesgo que conlleva variabilidad en juicios que deberían ser iguales.
El ruido está presente en todas las decisiones individuales y colectivas, y produce errores en innumerables terrenos, desde la medicina hasta la economía, pasando por el derecho, la sanidad, la protección infantil y la contratación. Además, también nos importuna e influye a la hora de tomar muchas de nuestras decisiones cotidianas.
Daniel Kahneman, uno de los psicólogos más importantes del mundo, junto con Cass R. Sunstein y Olivier Sibony, dos eminencias mundiales en pensamiento estratégico, nos enseñan a escuchar ese ruido, cuyo impacto tendemos a ignorar, y a reducirlo para mejorar nuestros juicios. Basado en el mismo tipo de análisis agudo e ingeniosos ejemplos que convirtió Pensar rápido, pensar despacio en un best seller internacional, Ruido ofrece una serie de remedios originales, prácticos y sencillos para pensar mejor.
Hemingway necesitaba un éxito. Martha Gellhorn quería vivir peligrosamente. Barea sentía que su vida era una contradicción. Ilsa Kulcsar vivía para sus ideas. Gerda Taro y Robert Capa querían olvidarse de su pasado. Los seis, cada uno con su equipaje y su modo de mirar, llegan a Madrid y pasan por el hotel Florida, donde se reunían los periodistas extranjeros, los fotógrafos, los espías, los militares, bajo el estruendo de las bombas, en una guerra que los cambió a todos para siempre.
Hotel Florida no es un estudio académico ni una ficción. Es una reconstrucción basada en cartas, diarios y memorias, documentos oficiales, películas, biografías, historias y noticias de la época. Un gran fresco de la Guerra Civil española, día a día, personaje a personaje. Una guerra sobre la que se han escrito cientos de libros, pero ninguno como este.