Uno de los libros más celebrados de Séneca.
Este es uno de los libros más celebrados de Séneca. Los sabios consejos dirigidos a su discípulo Lucilio tienen una validez que traspasa las fronteras del tiempo. Séneca nos habla sobre la conveniencia de una relación de equilibrio con la naturaleza, sobre la importancia de las cosas que hacemos a diario, cómo llevar una vida sana y honesta, qué es licito y qué no, lo que nos enriquece y nos empobrece, lo que es bueno y lo que es malo sin caer en el maniqueísmo, sobre la importancia y el cultivo de la amistad… En pocas palabras, sobre cómo aprender a vivir, amar y morir.
En estas meditaciones que se presentan bajo la forma de cartas a su amigo Lucilio, Séneca, uno de los mayores exponentes del estoicismo, nos invita a un viaje de introspección y reflexión. Escritas en un momento de crisis política y personal, las misivas no solo tratan temas filosóficos como el paso del tiempo y la naturaleza del mundo, sino que ofrecen consejos prácticos sobre cómo vivir una vida serena y feliz, enfrentando la adversidad con entereza y sabiduría.
Dario Džamonja (1955-2001) creció en las calles de la Sarajevo de los años setenta y frecuentó desde muy joven a buscavidas y bohemios de diverso pelaje. Influenciado por el realismo sucio norteamericano, escribió como nadie sobre la cara oculta de su ciudad. Sus cuentos breves, de corte autobiográfico, le granjearon una gran popularidad entre sus conciudadanos. La Guerra de los Balcanes, sin embargo, truncó su carrera literaria y lo obligó a emigrar a los Estados Unidos. Allí, lejos de su amada Sarajevo, sobrevivió como buenamente pudo y narró con crudeza y humor negro la alienación que sentía. La colección de relatos Cartas desde el manicomio (2001), primera traducción a una lengua extranjera de un libro de Džamonja, es una crónica semificcional del periplo del autor entre Sarajevo y los Estados Unidos, que abarca desde el inicio de la guerra hasta su regreso en 1998.