¿Qué podemos aprender del modo en que se llevó la Guerra Fría a una conclusión pacífica?
Cuando el Muro de Berlín se derrumbó en 1989 y se aplacaron a la fuerza las protestas en la plaza de Tiananmén en Pekín, el mundo cambió drásticamente. La Guerra Fría había terminado, surgía un nuevo orden mundial. Después del Muro es un relato audaz y novedoso de este doble momento histórico decisivo y extraordinario que dio lugar al mundo tal como lo conocemos hoy.
Basándose en impresionantes fuentes antes desconocidas, Kristina Spohr muestra cómo el orden mundial cambió de manera pacífica gracias a las decisiones tomadas entre 1989 y 1992 por un pequeño grupo de líderes internacionales, que trabajaron codo con codo para reinventar las instituciones y configurar nuestro mundo de hoy.
La autora analiza desde una perspectiva nueva el papel del presidente estadounidense George H. W. Bush, así como el de figuras como Mijaíl Gorbachov, Margaret Thatcher, Helmut Kohl y François Mitterrand. Además, enmarca la transformación europea dentro del contexto global, entrelazando con pericia las líneas temporales occidental y asiática al comparar los sucesos de Berlín y Moscú con los de Pekín, donde el movimiento prodemocrático fue brutalmente reprimido por Deng Xiaoping, tras lo cual se impulsó otro tipo de comunismo.
El mundo de Putin, Trump y Xi, con una Unión Europea frenética, estados corruptos y una terrible crisis migratoria, tienen su origen en aquella salida global de la Guerra Fría.
Con las siguientes tres contribuciones de la pluma de mi discípula Tatjana HÖRNLE sobre la dogmática de la determinación de la pena, puede el lector no solo introducirse en la actual discusión alemana, sino también familiarizarse con una tentativa exitosa para garantizar previsibilidad y justicia, en un campo de la ley hasta ahora controlado por la discrecionalidad y la arbitrariedad del juez. La ciencia penal alemana, reconocida mundialmente por sus logros revolucionarios en la sistematización de los supuestos de punibilidad, los que en gran medida fueron aceptados, ha descuidado por completo durante décadas el campo de la medición de la pena, a pesar de que para el acusado -en muchos casos- la pregunta acerca de la determinación de la pena es la decisión judicial más importante; mientras que los presupuestos de punibilidad (determinante para la pregunta sobre si se "condena o absuelve") en la práctica, generalmente, no plantean problemas especiales. Aplicar las reglas dogmáticas del derecho penal a la determinación de la pena, y hacerlas así controlables, es en el presente más importante que nunca.