Movido por el dramático fin de su amigo Yukio Mishima, el orientalista y traductor Ivan Morris (1925-1976) abordó en " La nobleza del fracaso " una hermosa e interesante exploración de un rasgo hondamente arraigado en el carácter japonés chocante para los occidentales, regidos por un feroz pragmatismo y por la exaltación del " ganador " : la simpatía y el reconocimiento por los perdedores valerosos que anteponen su vida a la traición de sus convicciones e ideales. Así, y como una especie de reverso de su maravillosa recreación del universo de Genji en " El mundo del Príncipe Resplandeciente ", Morris pasa revista en esta obra a la vida de nueve de estos héroes trágicos (desde la del mítico y solitario príncipe Yamato Takeru, del siglo IV, a la del carismático Saigo Takamori, cuya memoria llegó hasta nosotros vía Hollywood como " El último samurái " ), para acabar con un último capítulo dedicado a los kamikazes que en la Segunda Guerra Mundial se inmolaron arrojándose contra los buques norteamericanos.
En esta época que estamos viviendo de posverdad, en la que priman las noticias falsas y la desinformación, mentir es ya una práctica habitual, y la verdad y su búsqueda han perdido su valor. No obstante, las mentiras no son una novedad: nos han acompañado a lo largo de la historia y siempre han formado parte de nuestras vidas y nuestras conductas.
Aprendemos a mentir desde la más tierna infancia y, aunque todos hemos contado alguna mentira piadosa, lo importante es identificar las mentiras más peligrosas. Por suerte, con el tiempo se han ido actualizando las técnicas y herramientas para detectarlas: las imágenes neuronales y la inteligencia artificial, entre otras, nos ayudan a aplicar una perspectiva cognitiva, a detectar las señales no verbales y a encontrar las pruebas que se escapan a simple vista.
El kitsch ha cambiado. Lo que antes se consideraba un estilo de mal gusto, relegado al ámbito decorativo y asociado a la estética burguesa, se ha transformado en un «neokitsch» global que impregna la arquitectura, el ocio, la moda, el mundo del espectáculo e incluso la comunicación digital. Su influencia ha crecido tanto que ha dado lugar a un «kitsch de lujo», adoptado por grandes marcas y élites financieras. Expansivo y omnipresente, ya no se limita a los objetos o las imágenes, sino que configura una auténtica civilización cimentada en la lógica del exceso: la civilización del «demasiado».
Entre julio de 2020 y abril de 2022, Ricardo Lagos, Jorge G. Castañeda y Héctor Aguilar Camín sostuvieron una serie de encuentros virtuales para conversar sobre la situación de América Latina ante las diversas crisis globales del siglo XXI. La preocupación central y originaria de este diálogo es la condición de aislamiento de la región, debida a la división ideológica de los países, a la falta de foros de encuentro para los gobiernos de la región y, sobre todo, a la falta de una voz propia en el mundo.
A lo largo de esta conversación a tres bandas -entre Santiago de Chile, Nueva York y Ciudad de México-, los interlocutores revisan cuestiones como la nueva guerra fría entre China y Estados Unidos y los retos que plantea para América Latina, los desafíos de la democracia ante el populismo y la convulsión del cambio digital, las causas y los efectos de la nueva ola degobiernos de izquierda en la región, los problemas claves del crecimiento económico, y un mundo que ha salido más desigual de la pandemia.
Lagos, Castañeda y Aguilar Camín reúnen su experiencia y su amplio conocimiento sobre la materia para discutir los graves problemas que aquejan a los países latinoamericanos en este momento de su historia y, sobre todo, plantean alternativas para salir de este aislamiento paralizador.
Original ensayo sobre el mundo de las golondrinas desde la literatura y la historia de la cultura occidental, narrado de una forma exquisita y con una gran erudición. Salvador García nos ofrece una oda a las golondrinas y a su relación con los humanos, y también una mirada crítica al comportamiento egoísta de las sociedades hacia un animal fascinante e independiente. En La odisea de las golondrinas, las investigaciones sobre el corazón, el ojo, la cola, el huevo, la deyección y el genoma de la golondrina resultan en muchos sentidos más asombrosas que todos los versos y los cuentos publicados sobre este pájaro único. Un libro que abarca amplios territorios por los que vuelan las golondrinas de las especies más conocidas en sus migraciones y en nuestro imaginario.
Desde su aparición, el Homo sapiens ha sentido miedo y asombro ante la inmensidad y el poder de la Naturaleza. De este maravillarse surgieron la pregunta sobre el enigma de su existencia y el sentimiento de lo sagrado. En el curso de su historia, los humanos no sólo han organizado progresivamente la vida social en torno a mitos y religiones, sino que también han desarrollado una dimensión evolutiva espiritual única para afrontar las grandes cuestiones del mundo.
Pero ¿por qué el sapiens es también un Homo spiritus: el único animal que busca dar sentido a su vida, practica rituales funerarios y cree en fuerzas invisibles? ¿Por qué el ser humano es el único animal que ha desarrollado un pensamiento simbólico, un lenguaje abstracto e inventado grandes relatos colectivos?
El escritor bestseller Frédéric Lenoir responde a estas preguntas esenciales y muestra, a lo largo de este viaje en el tiempo, la correlación entre las grandes revoluciones espirituales y las convulsiones de las sociedades humanas: desde la sedentarización hasta el mundo conectado, pasando por el nacimiento de las ciudades, las civilizaciones, los imperios y la modernidad.
El sí-mismo ricoeiuriano es un ser que va mucho más allá de su ser mismo; aborda así el ser del otro, de la pluralidad humana y del sentido de vivir-juntos. Precisamente, en su última obra publicada en vida, Ricoeur analiza dicho vínculo en una hermenéutica que nos conduce a la odisea de sí-mismo. Esta obra, por su parte, aporta un diálogo enriquecedor entre la obra de Ricoeur y especialistas de la talla de Marcel Hénaff, Olivier Abel, Richard Kearney, Georges Taylor, Tomás Domingo Moratalla, Pol Vandevelde, Marie-France Begué y Gilbert Vincent. De esta forma, se produce un encuentro intelectual no solo desde la hermenéutica, sino que también desde la fenomenología, la filosofía del lenguaje o el psicoanálisis, entre otros
La «oficina de la nada» es la expresión de Miguel de Molinos escogida como metáfora de este libro: un espacio en el que se reúnen, analizan y clasifican numerosas obras literarias y visuales producidas principalmente en la segunda mitad del siglo XX y los inicios del siglo XXI que intentan representar, materializar o producir el efecto de la nada. En cada capítulo se despliega una secuencia de motivos, soportes y estrategias recurrentes que han surgido en el ámbito de la narrativa, la poesía y la literatura digital, los libros de artista y el arte conceptual. Como se podrá observar, estos gestos, a veces serios y profundos, otras veces absurdos e irónicos, ponen al desnudo las estructuras culturales, políticas y económicas en que se sustenta aquello que aún entendemos por experiencia estética. Los archivadores de esta oficina acogen, también, una tradición sorprendentemente rica tanto en experimentaciones creativas como en reflexiones filosóficas y religiosas, particularmente de la teología negativa. Se ofrece así un marco de comprensión más amplio y complejo en el que la inefabilidad de la experiencia mística se superpone con las tensiones del lenguaje y la representación en las poéticas negativas contemporáneas.
Doy gracias a Dios porque en su misericordia me permite
comunicarte mi experiencia de oración.
La oración es la armadura de Dios en la guerra que
enfrentamos cada día. Como nos enseña el apóstol Pablo
en Efesio 6: 11, la armadura de Dios es la oración y está
disponible para todo creyente, para cada miembro del
cuerpo de Cristo.
La oración es la comunicación fundamental del cristiano
de una manera acertada y eficaz con el Padre, orando en el
espíritu a través de su palabra.
En un sueño, el Señor me tomó de la mano; iba subiendo
como cuando un avión se eleva, solo veía nube; esto era
como un ascensor. El Señor me decía “Mira”, y yo miraba
diferentes niveles de oración. El Señor me instruía que
debemos dedicar tiempo a la oración en intimidad. La
oración traerá la respuesta de Dios.