En el territorio de las tierras altas que va desde la cordillera del Himalaya hasta Vietnam y la península de Malaca, se extiende una región que James C. Scott llama Zomia. Marcada por su contraste con las llanuras
fluviales de cultivo de arroz y los primeros Estados que allí se establecen, Zomia se ha desarrollado durante varios milenios como una mezcolanza de pueblos y gentes que, de forma consciente, han establecido sociedades de base igualitaria en oposición a las formas de dominio, servidumbre y esclavitud tan propias de las llanuras civilizadas. La principal característica de estos pueblos es, según Scott, que son «bárbaros por diseño». Su organización social, el entorno montañoso, su horticultura autosuficiente y sus prácticas culturales se han empleado con el fin de proteger a esos mismos pueblos de la intromisión y dominio de los Estados que los circundan.
En una dirección así opuesta a la historia escrita a partir de las civilizaciones agrarias, y luego de los Estados modernos, Scott nos ofrece un importante fragmento de una «historia anarquista» de la humanidad. La novedad de este enfoque es que la historia de Zomia no se presenta como la de unos pueblos apartados y primitivos, sino como una corriente cultural y política consciente, que se opone a las formas de vida estatales, y que en este caso perdura hasta tan tarde como las décadas finales del colonialismo. Zomia, además, no se puede explicar como una excepción en la historia, sino seguramente como una trayectoria casi siempre reconocible justo a los lados de la larga marcha que ha llevado a los Estados a convertirse en la única forma de vida política concebible.
La Eneida no es un poema para tiempos de paz. Sus versos no son apropiados cuando todo va sobre ruedas, son ideales cuando sentimos la urgencia de encontrar nuestro camino hacia un después que nos asombra por su diferencia con el antes en el que siempre hemos vivido. Por decirlo con otras palabras: la lectura de la Eneida es muy recomendable en medio del huracán, y a ser posible sin paraguas. Eneas es el hombre vencido, el héroe sin patria a la que volver. Se aleja de las ruinas de Troya con su padre a cuestas y en busca de un nuevo comienzo, armado con sus posesiones más preciadas, en un barco sin timonel a la búsqueda de una tierra prometida en la que volver a empezar.
A su más puro estilo, Marcolongo nos muestra en este maravilloso ensayo cómo el poema épico de Virgilio resuena en el mundo contemporáneo y cómo sus temáticas y sus protagonistas nos pueden seguir emocionando aún hoy. De Eneas solemos recordar su huida de Troya o su trágica historia de amor con Dido, pero tendemos a olvidar el relato épico de los orígenes míticos de Roma y su imperio. Su resiliencia y la fuerza de su esperanza son ejemplares y constituyen una lección de sorprendente actualidad.
En la obra de Arthur Schopenhauer, pensador misántropo y pesimista denostado por sus amargas invectivas, el lector no encontrará candidos pensamientos con los que acompañar plácidamente el paso de los días. Sin embargo, se equivocará si busca en el autor tan solo una amarga visión de la vida, severos diagnósticos sobre la época que le tocó vivir o incluso, en último término, una exhortación al suicidio. Como muestra la presente selección de textos, a cargo de Ernst Ziegler, lo que brota de su pensamiento es la convicción de que debemos comenzar a vivir de nuevo cada día, pues resulta todo un arte permanecer con vida.
«La única forma de existencia es el momento presente, que es también la posesión más segura, aquella que nadie nos podrá arrebatar jamás.» Arthur Schopenhauer