Todo placer y todo sufrimiento tienen un origen mental y, salvo la religión, no hay nada que pueda aportarnos una satisfacción final y permanente. Cada religión ha encontrado su propio método para procurar la felicidad, pero todas coinciden en que el mayor placer de todos y, por naturaleza, el definitivo, son los ejercicios espirituales.
En El arte del budismo tibetano, el xiv dalái lama nos presenta, de manera sencilla y accesible para todos, una introducción a esta religión en la que descubriremos las enseñanzas, las prácticas y la filosofía del Maestro Buda para ayudarnos a alcanzar la iluminación.
Una obra de una transparencia ejemplar para cualquiera que desee conocer y empezar a practicar dicha disciplina.
Nuestro desasosiego ante la sobrecarga informativa no es un fenómeno nuevo. Mucho antes de la llegada del mundo digital e internet, nuestros ancestros lectores experimentaron con inquietud los efectos de la acumulación infinita de libros y escritos. Pero junto a la tradición que desea aumentar siempre las colecciones de la biblioteca hay otra, menor y subversiva, que advierte de los peligros que corremos de vernos sepultados por el pasado.
Desde Petrarca hasta Voltaire, pasando por los primeros filólogos, los enciclopedistas barrocos, los revolucionarios franceses, y Montaigne, los protagonistas de este ensayo presentan rasgos contradictorios. Aquí, las vanguardias y los antimodernos sellan el pacto contrario al de Fausto: en lugar de entregar su alma a cambio de un conocimiento ilimitado, se explora la idea de cómo ponerle un límite al deseo de saberlo todo. Armados con tijeras, estos lectores fabrican bibliotecas portátiles y otras formas abreviadas, ligeras y móviles del saber con el objetivo de sacar el conocimiento de las estanterías polvorientas y practicar un verdadero humanismo transformador. Su arte de la reducción nos recuerda que a la barbarie se llega tan pronto por la falta de libros como por su sobreabundancia.