Esta biografía magistral desnuda las capas del mito para revelar la figura histórica real.
El Cid fue quizá el guerrero más famoso de las luchas que tuvieron lugar en la Península Ibérica durante el siglo XI. Rodrigo Díaz vivió una vida muy agitada: líder militar ambicioso, exiliado y mercenario brutal, sirvió a reyes cristianos, luchó contra príncipes cristianos al servicio de gobernantes musulmanes, asaltó y mató musulmanes y, finalmente, se independizó, forjando un principado independiente. Nora Berend explora en este libro la creación de la leyenda a lo largo de los siglos y desvela quiénes participaron activamente en su elaboración. Monjes medievales, las mujeres de la familia del Cid, un dramaturgo y un historiador son algunos de los creadores del mítico Cid. Esta fascinante narración trata de explicar sus motivos y, al hacerlo, desvela las capas de la leyenda para evocar la figura histórica real ¿Cómo un hombre que luchaba indiscriminadamente contra musulmanes y cristianos pudo ser descrito, aún en vida, como un salvador cristiano enviado por Dios?
Cuando Collón Burpo sobrevivió una apendicetomía de emergencia, su familia estaba rebosante de alegría por el milagro. Sin embargo, lo que les sorprendió fue la historia que emergió en los meses siguientes: una historia tan hermosa como extraordinaria, que detallaba el viaje de ida y vuelta al cielo de su hijo. Collón, que aún no tenia cuatro años, les contó a sus padres que había dejado su cuerpo durante la operación —y aulenlicó esa afirmación describiendo con exactitud lo que estaban haciendo sus padres en otro lugar del hospital mientras a él lo operaban. Habló de visilar el cielo y narró historias que le conlaron personas que encontró allí que nunca había conocido en vida, y reíalo eventos que habían ocurrido anles de que él naciera. También sorprendió a sus padres con descripciones y detalles poco claros sobre el cielo que correspondían exactamente con la Biblia, a pesar de que todavía no había aprendido a leer. Con encantadora inocencia y la audacia franca de un niño, Collón habla de encuentros con familiares ya ausentes por mucho tiempo. Describe a Jesús, los ángeles, y lo «muy, muy grande» que es Dios, y lo mucho que Dios nos ama. Narrado por su padre, pero usando las excepcionalmenle sencillas palabras de Collón, El cielo es real ofrece un vislazo al mundo que nos espera, donde Collón dice que: «Nadie es viejo ni nadie usa anteojos». El cielo es real cambiará para siempre la manera en que piensas sobre la eternidad, ofreciéndote la oportunidad de ver, y creer, como un niño.
"¡Dios mío, ese grito!"
Un piolet y un grito desgarrador son los elementos que cargan de dramatismo el instante en el que Ramón Mercader acabó con la vida de Trotsky, una historia condenada a ser reconstruida mil veces, porque se ha convertido en uno de los mitos de nuestro tiempo. Pero ese momento es sólo un episodio más del fascinante devenir de la familia Mercader, narrado aquí como si de una de las grandes odiseas que caracterizan la novela moderna se tratara, y en el que no es Ramón, sino su madre Caridad, quien emerge como la figura principal de esta convulsa crónica del siglo XX.