Casi veinte años después de la publicación de su aclamado éxito La autoestima, Christophe André regresa con una reflexión profunda y renovada sobre este pilar psicológico esencial. Con un enfoque accesible y práctico, el autor nos invita a transformar nuestra autoestima en una presencia constante y sutil que nos permita vivir mejor con nosotros mismos, los demás y el mundo. «La autoestima no es solo cómo nos vemos o juzgamos, sino cómo nos tratamos. Debe ser una respiración para la mente: espontánea, natural y revitalizante. Algo que nos ayuda a vivir sin consumirnos en ella.»
El descubrimiento de América en 1492 fue un hecho extraordinario que significó el inicio de una nueva etapa histórica: la Edad Moderna. Un nuevo continente se abrió primero a los descubridores, a los que siguieron los denominados «conquistadores». Pequeños grupos de hombres iniciaron una serie de exploraciones y conquistas de carácter épico y recorrieron el continente de norte a sur, proyectando el poder hispano desde California hasta la Patagonia.
En 1507, cuando el cartógrafo Martin Waldseemüller publicó un mapa del mundo, denominó América a un nuevo continente, descubierto poco antes, en honor al navegante y explorador Américo Vespucio. El nombre hizo fortuna y años después se extendió al hemisferio norte de aquellas tierras, aunque no correspondía al de su auténtico descubridor y el propio Waldsemüller pensaba que había elegido mal el nombre. Ésta es la historia de esa curiosa denominación, y también la biografía de un maestro de la autopromoción. Nacido en 1454 en la Florencia de los Médicis, para los que trabajó en su juventud, Américo se trasladó a Sevilla en 1491. Fue amigo y rival de Cristóbal Colón, y colaboró en la segunda y tercera expediciones de éste a las Indias, antes de embarcarse él mismo por lo menos en dos ocasiones y de explorar la costa de lo que hoy es Brasil. El hombre que dio su nombre al Nuevo Mundo emerge en estas páginas como un acabado producto de una riquísima época: proxeneta, mago, aventurero, intrigante, hábil navegante (aunque no al principio), autor de deslumbrantes crónicas de viajes, siempre al tanto de los últimos avances científicos y capaz de apropiarse de honores inmerecidos. Fernández-Armesto, valiéndose de una cantidad ingente de fuentes y documentos, ha escrito la primera biografía de Vespucio que consigue distinguir la realidad de la leyenda.