El secreto para amar a la gente que es difícil de amar es amarla de todos modos...
Jesús aconseja que “se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34 NVI). Suena maravilloso, amar a todos como Jesús lo ama a usted. Pero, a menudo, la realidad de vivir de esta manera es más desafiante o puede parecer imposible, porque muchas personas son simplemente difíciles de amar.
Probablemente usted sepa esto por experiencia personal. Tal vez sea un compañero de trabajo poco amigable, un vecino entremetido o alguien de su familia o su ex pareja. Y más en estos días, donde las redes sociales y otros medios de internet son fuentes comunes de comunicación hostil. No obstante, Dios quiere ayudarle a amar a los demás como Él lo ama a usted, incluso a quienes son más difíciles de amar.
En este libro, Joyce Meyer comparte la sabiduría práctica de la Biblia y sus experiencias personales sobre cómo superar los obstáculos para amar a las personas difíciles. Descubrirá cómo ser un pacificador en circunstancias tensas o incluso volátiles, convertirse en una persona que no se ofende fácilmente, saber cuándo adaptarse a los demás y el secreto para amar como Jesús cuando parece imposible hacerlo.
Con la ayuda de Dios, puede convertir las interacciones frustrantes en agradables y traer la paz que apaga el fuego de la contienda cuando estallan las discusiones. No tiene que vivir bajo una nube de intimidación o temor al tratar con personas difíciles, ya sean conocidos o personas cercanas a usted. Cuando aprenda a amar como Jesús, ¡será libre de amar a la gente que es difícil de amar!
La Madre Teresa fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX, y su recuerdo sigue inspirando labores caritativas por todo el mundo. Ella creía que la más grande necesidad de un ser humano era amar y ser amado. En 1948 fundó los Misioneros de la Caridad para trabajar directamente con los más pobres de Calcuta. A consecuencia del esfuerzo de una mujer adentrándose por los barrios bajos de Entally, los Misioneros de la Caridad crecieron hasta convertirse en una organización que operaba comedores, clínicas, hospicios y albergues en 139 países, sin ningún costo para el gobierno ni para quienes atendía. En 2016 se convirtió en Santa Teresa de Calcuta.
La frontera entre México y Estados Unidos, que se extiende a lo largo de casi 3400 kilómetros desde el Pacífico hasta el Golfo de México, es una de las zonas de mayor intercambio comercial, con un continuo flujo de personas y mercancías. Pero desde hace unos años, esta región, que el autor denomina Améxica, es también el escenario de una guerra en la que se enfrentan entre sí los cárteles de la droga más mortíferos –como el de Sinaloa o los Zetas–, numerosas bandas dedicadas al tráfico de seres humanos o armas, y las diversas policías fronterizas y cuerpos militares de elite de ambos países. Desde 2006 hasta 2010, este conflicto ha provocado en México más de 24.000 muertos y en la actualidad ha alcanzado insólitas cotas de crueldad, con decenas de cadáveres decapitados y expuestos en la vía pública, hallazgos de fosas comunes masivas, inmigrantes clandestinos extorsionados y asesinados y víctimas de secuestros torturadas y ejecutadas.Durante varios meses, el periodista y corresponsal de guerra Ed Vulliamy visitó las zonas más violentas de Améxica: Tijuana (sede del cártel de Sinaloa), Ciudad Juárez (cuya tasa de criminalidad es la más elevada del mundo) o los desiertos de Sonora y Arizona (donde el narcotráfico se está haciendo con el control de la emigración clandestina a Estados Unidos). Periodistas amenazados, activistas, líderes indígenas, antiguos patrulleros y familiares de víctimas ofrecen en esta crónica el descarnado testimonio de este infierno contemporáneo.