Amanda Mauri entiende la pérdida y el duelo como dos de los pilares sobre los que se construye el género.
Mediante un lenguaje rico en matices y lleno de sensibilidad, en Museo de las ausentes, la autora se sirve de casos testimoniales y de la cultura popular para reflexionar sobre los temas que le preocupan: los usos políticos del duelo por el feminismo, la posibilidad de subvertir el miedo a través del arte, la irreverencia y la comunidad, los legados de los movimientos sociales que han construido su resistencia a partir de la pérdida, y la importancia de la dimensión afectiva y psíquica del poder.
Mauri teje una trenza que une ensayo, fabulación y testimonio para ampliar las fronteras del género literario y de la literatura sobre el género: un texto híbrido que gira en torno a un «centro secreto», un recuerdo traumático al que la autora regresa una y otra vez para cimentar sus ideas. Reflexiones sobre la memoria, el deseo, el dolor, la violencia y la escritura se superponen. El resultado es un trabajo lúcido y preciso, capaz de adentrarse en el horror y de narrarlo sin perder tensión literaria.
Museo de las ausentes es un viaje circular, transitado por fantasmas, por sombras y, también, por repentinos fogonazos de luz.
Carmen Laforet pasa las páginas de un álbum de fotografías, de atrás hacia delante. A su lado está su hija, Cristina Cerezales, que ha ideado este camino de vuelta y la acompaña en un intenso viaje por las habitaciones de la memoria. Cierran los ojos y sus pensamientos se comunican de un modo nuevo, único, precioso.
Desde su condición de «melómano comprometido» pero sin renunciar a la visión del teólogo, Hans Küng analiza en este libro la relación entre música y religión, a las que separa una sutil y delgada frontera. ¿Puede la música ser medio de expresión y fuente de la fe religiosa? ¿Puede la vivencia religiosa de la música ser una apertura a la trascendencia? Para iluminar estas cuestiones, Küng se ocupa con tres grandes compositores que suponen para él «todo un reto intelectual y artístico»: Mozart, Wagner y Bruckner. Se pregunta no sólo por su religiosidad personal, sino por la presencia de la religión en su obra. Pues en estos músicos la religión ocupa un lugar significativo, ya se trate de la peculiar vinculación de Mozart con el catolicismo y su plasmación en las misas que compuso; de los dramas musicales wagnerianos Parsifal y El ocaso de los dioses, situados entre la crítica social y el anhelo de redención; o de las sinfonías brucknerianas, nacidas de la tensión entre religiosidad y modernidad. Estos ensayos de interpretación quedan enmarcados por una Obertura, exordio sobre música y religión, y un Final sobre arte y sentido que ensancha la cuestión religiosa hasta tocar las artes plásticas. Quiere así el presente libro lograr una pequeña sinfonía, una consonancia de sus distintos tiempos capaz de proporcionar al lector una mejor comprensión tanto de la música como de la religión.