La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
«NADA ES COMPARABLE AL ASOMBRO DE VIVIR».
A lo largo de mi vida, mis terapeutas han sido Platón, Sócrates, Marco Aurelio, san Agustín y Viktor Frankl, entre otros. También pueden ser los tuyos.
La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
Este volumen recoge una serie de ensayos dedicados a relevantes maestros españoles de pensamiento en el siglo xx. No son todos los maestros de pensamiento que ha habido en España en ese siglo, sino los del autor, aquellos con los que Pedro Cerezo se he formado durante años. Los tres grandes nombres, Unamuno, Ortega y Zubiri, constituyen la gran cordillera de altas cumbres que abre el pensamiento español del siglo xx, poniéndolo a la altura del destino de Europa, y de donde emanan las fuentes más fecundas de nuestra historia intelectual contemporánea. Luego, viene la tríada de herederos de la Escuela de Madrid, José Luis Aranguren, Pedro Laín y Julián Marías, tres relevantes especialistas en Ética, Antropología filosófica y Metafísica respectivamente. Cierra el panorama otra tríada, no menos ilustre, Jaume Bofill, en representación de la Escuela de Barcelona, Luis Rosales, brillante ensayista y gran poeta, y Francisco Ayala, orteguiano e institucionista, que aquí representa el pensamiento social y político de su generación. Los trabajos reunidos en este libro acreditan al profesor Pedro Cerezo Galán como gran especialista de referencia en el área del hispanismo filosófico.