El libro más influyente que se ha escrito sobre el código moral de los samuráis
Rectitud, valentía, benevolencia, civilidad, sinceridad, honor y lealtad, son las virtudes que deben reunir los samuráis. Juntos, estos valores conforman un sistema de creencias que sólo se encuentra en la filosofía japonesa.
Inazo Nitobe, uno de los estudiosos más importantes del Japón tradicional y moderno, explora cada una de estas virtudes y explica en qué se parecen y en qué difieren de sus equivalentes occidentales, y cuál es la filosofía que hay detrás del código ético de los samuráis.
Bushido es desde hace tiempo un libro clásico e insustituible para conocer lo que se escondía (y aun hoy se esconde para muchas personas) en el trasfondo del alma y la filosofía de Japón. En la tradición japonesa, Bushido tiene el significado de «el camino del guerrero», y era un código ético preciso y estricto, no escrito, que impregnaba tanto a la sociedad feudal japonesa como a la filosofía por la que muchos samuráis combatían y entregaban sus vidas. Es a Inazo Nitobe a quien le cupo la extraordinaria labor de recopilar «el camino del guerrero» y d e darlo a conocer tanto en Japón como, principalmente, en el mundo occidental. ¿Cómo ha sido posible la aceptación y la fama universal de esta obra? Quizá porque proporciona una interpretación moderna y accesible al mundo occidental respecto a las raíces históricas y culturales de la tradición japonesa, lo cual era un campo ciertamente desconocido para la inmensa mayoría de la población occidental hasta tiempos recientes.
En los albores del siglo XX Occidente contempló con asombro cómo Japón se convertía en potencia mundial de primer orden tras siglos de aislamiento, dejando atrás una larga etapa feudal y lanzándose de lleno a la Modernización. La fascinación ejercida entonces por el País del Sol Naciente sobre el mundo occidental sigue hoy vigente. Bushido, el alma de Japón guarda entre sus hojas la esencia más íntima del alma de Japón. Los preceptos contenidos en este antiguo código del guerrero continúan firmemente arraigados en la mentalidad del pueblo japonés y todo aquel que se adentre en sus páginas penetrará sin duda en el alma de Japón. Edición, notas y epílogo a cargo de José Pazó sobre la traducción de 1906 de Gonzalo Jiménez de la Espada. Prólogo de David Almazán