Poeta de la imaginación, elegante narrador y dramaturgo secreto, Rafael Pérez Estrada es un convencido escritor -en sus palabras- de 'ínfimas veleidades poéticas, mínimos relatos, intenciones epigramáticas, sentencias, delicadas perversidades, pensamientos surgidos de lo inesperado (muchas veces de las aristas provocadoras de la realidad) y extrañas máximas llenas de provisionalidades surrealistas', que disemina, agrupadas en series temáticas, por los diferentes títulos que publica. A este gusto por la escritura de lo mínimo lo denomina 'Pasión de lo Breve' y convierte la greguería y el aforismo, tras vincularlos a una imaginación sin límites, en un fértil terreno donde asentar su extraordinaria obra poética y literaria. 'En la mayoría de los estudios sobre el género aforístico -como recuerda Vicente Luis Mora en el prólogo a este volumen- se dedica un apartado a reunir las diversas terminologías personalizadas que el género concita, y entre ellas siempre se incluye la de 'brevería', creada por Rafael Pérez Estrada para sus creaciones minúsculas y afortunadas'. Breverías completas reúne las series aforísticas que publicó Rafael Pérez Estrada entre 1985 y 1992, a las que se suma, a continuación, una antología de poemas con estructura aforística dispersos por su obra. Este conjunto singular levanta uno de los pilares sobre los que emerge el renacimiento del género en el siglo XXI y convierte en indiscutible la ascendencia y maestría del autor en la historia del aforismo contemporáneo.
Escrito en París entre 1940 y 1946, Breviario de los vencidos es el último libro que Cioran escribió en lengua rumana. Tras una corta estancia en Alemania como becario y una fugaz experiencia como profesor de filosofía en un instituto de Brasov, que el propio autor no dudó en calificar de «catastrófica», Cioran se instala definitivamente en la capital de Francia. A partir de entonces escribirá todos sus libros en francés. Imaginemos a este «antiprofeta del siglo xx» mientras pasea su soledad por las noches de París en uno de los momentos más terribles que atraviesa la ciudad, acosado por el insomnio y el tedio que suscita en él el pobre espectáculo de una civilización debilitada. En las primeras páginas de este libro, Cioran declara: «Vivir: especializarse en el error. Burlarse de las verdades indubitadas, no hacer caso de lo absoluto, tomar a broma la muerte y transformar lo infinito en azar. […] El mero hecho de ser es tan grave que, comparado con él, Dios es pura bagatela». Con apenas treinta años, cuando empieza la redacción de este anticonvencional «breviario», su autor ya es plenamente dueño de unas obsesiones que nunca dejarán de acompañarle: el esteticismo que hace del arte la única excusa para seguir en este mundo; el nihilismo que busca en el goce del instante el único absoluto o la nostalgia de un paraíso del que fuimos expulsados. Provocador, irónico y sarcástico como pocos autores, los aforismos de Emil Cioran son una lectura adictiva.