«Sandy apenas es una fobia. Como dice Lacan […], es un inicio de fobia. Es un esbozo. Hubiera podido ser una fobia y luego, antes de fulgurar, desaparece, se apaga. Para emplear otra metáfora, es una fobia que no cristalizó. Podemos preguntarnos por qué. ¿No hay que buscar la razón quizás en el hecho de que tiene a Anneliese, esa madre sustituta, siguiéndola de cerca? En cuanto una pesadilla la despierta y le da por llorar antes de volverse a dormir, […] está ahí y empieza a anotar, día a día, todos los hechos.» JACQUES-ALAIN MILLER
Su experiencia clínica obligó a Freud a cambiar sus tesis iniciales sobre los sueños de los niños. Juanito y el Hombre de los lobos demostraron que constituyen hitos fundamentales en la compleja temporalidad de la relación del sujeto con el inconsciente. La última enseñanza de Lacan, con su puesta en valor del inconsciente real, nos permiten situar mejor qué está en juego en ese fulgor que emana del misterio del cuerpo hablante.
¿Quién decide lo que consideramos verdadero? ¿Quién da forma a la construcción de los hechos? Para Solnit, nos encontramos en medio de una batalla por el dominio de la narrativa en la que los poderosos intentan aferrarse a sus antiguos privilegios, pudiendo justificar la violencia para defenderlos, y otras voces minoritarias —las mujeres, las personas racializadas, y todos aquellos que están al margen del poder— luchan por hacerse hueco en el elenco de la verdad. A partir de movimientos como el #MeToo y el Black Lives Matter, o casos como el de Harvey Weinstein, Rebecca Solnit, «una de las pensadoras más influyentes de nuestro tiempo» (Público), analiza este cambio de paradigma, señalando sus triunfos y sus fallos, y abogando por la democratización de las nuevas ideas y los nuevos lenguajes como forma de resistencia.
Parece haber un consenso general sobre el difícil momento en el que se encuentran las democracias actuales. La palabra crisis reaparece con fuerza en sus distintas formas de crisis climática, bélica, pandémica, o energética. Además de las dificultades para gestionar estas crisis desde la política pública, existe un problema fundamental y persistente que tiene que ver con la expresión y organización política de los ciudadanos. Desde la academia y los medios de comunicación se habla del problema del populismo, la amenaza de la extrema derecha, y la polarización como los desafíos fundamentales para el funcionamiento democrático. Este libro presenta un enfoque alternativo a lo que denomina "la narrativa de la polarización" y plantea que la idea de polarización no nos permite comprender de modo certero los límites y problemas de las democracias contemporáneas. Frente a la narrativa de la polarización, se propone el estudio de la "paralización" de la ciudadanía con el objetivo de identificar los retos que las democracias actuales enfrentan. A partir de esta idea, se analizan los límites de la democracia en dos dimensiones principales: por un lado, en las formas de representación política que se han consolidado históricamente y por otro, en las comunidades de sentido en las que nos integramos como ciudadanos-votantes en la esfera pública.