«¿Estoy perdiendo la cabeza?». Las personas con trastorno límite de la personalidad experimentan cambios de humor tan extremos e incontrolables que a menudo dudan de su cordura. Pueden pasar de la euforia a la desesperación en cuestión de segundos y presentan síntomas muy similares:
• Un sentido de la identidad inestable.
• Repentinos arrebatos violentos.
• Hipersensibilidad al rechazo real o imaginario.
• Relaciones amorosas breves y tormentosas.
• Frecuentes períodos de depresión intensa.
• Consumo de sustancias adictivas, trastornos de la conducta alimentaria y tendencias autodestructivas diversas.
• Un miedo irracional al abandono e incapacidad para estar solas.
El trabajo de todo el mundo, desde los conductores de Uber y los telefonistas hasta los programadores y los banqueros de inversión, está siendo sometido a la gamificación, la última cara amable de las prácticas laborales que explotan a millones de personas. Nuestro mundo se parece cada vez más a un juego al que no podemos dejar de jugar, en el que nos jugamos tanto que fracasar no supone llevarse un animoso "vuelve a intentarlo", sino perder nuestro medio de vida... o algo peor.»
Los trabajadores de un almacén preparan cajas mientras un dragón virtual corretea por sus pantallas. Si vencen a sus compañeros, obtienen un premio. Si no, pueden ser despedidos. Uber plantea retos a sus chóferes agotados para que sigan conduciendo. China puntúa a sus ciudadanos para que se comporten correctamente, y las microtransacciones de los videojuegos se aprovechan de los logros para vaciar nuestros bolsillos.
«Te escribo desde el campo de trabajo de Birkenau, donde me encuentro ahora. Estoy sano, trabajo y espero noticias tuyas».
Esta es una carta que uno de los presos judíos escribió para tranquilizar a sus familiares y ocultar la horrible realidad de los campos de concentración. Esta fachada es parte de la Brief-Aktion, «Operación Cartas», un intercambio epistolar entre los presos de Auschwitz y sus allegados que buscaba encubrir las atrocidades que vivían día a día.
Karen Taieb hace una recopilación detallada de toda la correspondencia que los deportados escribieron entre 1942 y 1944. Cartas llenas de mentiras y lugares comunes por parte de los autores para no revelar todo lo que había detrás.
UNA ESTRATEGIA OSCURA CON INFORMACIÓN FALSA QUE DEJA ENTREVER EL LADO MÁS CRUEL Y PROPAGANDÍSTICO DEL NAZISMO.