Toda persona inquieta por conocer mejor el modo en que nos relacionamos con los demás. Todos aquellos profesionales a los que las herramientas de que disponen les resultan insuficientes para afrontar adecuadamente los conflictos. Todos los mediadores y especialistas, encontrarán aquí nuevas herramientas que les van a permitir adentrarse aún más en la comprensión de nuestros conflictos con los otros. Josep Redorta lleva más de una década volcado en la investigación de una metodología útil para el análisis del conflicto. Fiel reflejo de esa dedicación es esta obra que nos trae nuevos elementos, como la posible aplicación de la Inteligencia Artificial en la gestión de conflictos, el rol de la neurobiología o la metodología del análisis de los patrones reiterativos. Y lo hace combinando teoría y práctica, con numerosos ejemplos y un lenguaje accesible. No hay tarea más urgente en la sociedad actual que la necesidad de aplicar recursos para resolver problemas cada vez más multidisciplinares. En un mundo cambiante a velocidad de vértigo, precisamos de nuevas formas de pensar. Estamos ante un libro de lectura, de aplicación y de estudio, que tiende a abrir nuevas fronteras en el difícil campo de las relaciones humanas, en el que es imprescindible profundizar para conseguir interacciones sociales sanas. No debemos olvidar que nuestra paz, tranquilidad y felicidad depende, en definitiva, de cómo sepamos gestionar nuestros conflictos.
Un perfecto análisis de la educación actual que pone en valor la importancia de defender una escuela crítica.
Si la escuela está en crisis no es porque sea una institución anticuada, sino porque ha olvidado su noble función: la de reducir, en el mínimo tiempo posible y con el mayor número de alumnos, la distancia entre la ignorancia y el conocimiento.
La pedagogía vive tiempos extraños y, en ocasiones, realmente absurdos. Si un estúpido es alguien que no es capaz de ser crítico con su propia ignorancia, bien merecen este calificativo quienes se jactan de fomentar el pensamiento crítico mientras aplican metodologías que no se han demostrado efectivas. ¿Qué otro adjetivo merece el desprecio del conocimiento en los centros educativos y el énfasis en la diversión y la felicidad?
En tiempos de Google se insiste en que ya no hay conocimientos poderosos, sino buscadores potentes y competencias fluidas. Los débiles quedan desamparados y la escuela intenta ocultar sus imperfecciones empeñándose en ser entretenida. Ahora bien, esos niños que no encontrarán en ningún sitio lo que a día de hoy no les enseña la escuela, ¿no se merecen algo más que una escuela divertida?
Los educadores llevan intentando aprovechar la «promesa» de la tecnología en el ámbito educativo durante décadas sin éxito y lo que han aprendido hasta ahora es que los niños en grupos, cuando se les da acceso a Internet, pueden aprender cualquier cosa por sí mismos. En este innovador libro, el profesor Sugata Mitra nos presenta el futuro emergente del aprendizaje y su relación con la tecnología para descubrirnos que la promesa no está en la tecnología en sí, sino en el aprendizaje autorregulado de los niños que la utilizan.
Pensábamos que conectar el mundo traería una paz duradera. Pero, más bien, nos está separando. En las tres décadas desde el fin de la Guerra Fría, los líderes mundiales han estado integrando la economía, el transporte y las comunicaciones del mundo, derribando fronteras con la esperanza de hacer imposible la guerra. Pero han creado, sin pretenderlo, un formidable arsenal de armas para conflictos de nueva generación.
Crece el conflicto entre individuos en las redes sociales, en Europa del Este, y entre Estados Unidos y China; se extiende la guerra cibernética y la amenaza de grandes flujos migratorios; hay incapacidad para cooperar en el cambio climático o en el modo de afrontar una pandemia; no hay un consenso que permita distinguir entre guerra y paz, y que establezca sanciones aprobadas por todos.
Como líder autorizado en relaciones internacionales, Mark Leonard ha estado en muchas de las salas donde se decide nuestro futuro, desde la sede de Facebook y los laboratorios de reconocimiento facial en China hasta los palacios presidenciales y los centros militares más remotos. Al tratar de comprender cómo la globalización ha roto su promesa de hacer nuestro mundo más seguro y próspero, Leonard explora cómo alcanzar un futuro más esperanzador en una era sin paz.
Desde el comienzo del milenio, cuando Vladimir Putin tomó el poder en Rusia, diferentes líderes autoritarios han llegado a dominar la política mundial. Autodenominados hombres fuertes han llegado al poder en Moscú, Beijing, Delhi, Brasilia, Budapest, Ankara, Riyadh y Washington.
¿Cómo y por qué llegó este nuevo estilo de liderazgo de hombre fuerte? ¿Qué posibilidades hay de que conduzca a una guerra o al colapso económico? ¿Y qué fuerzas existen no solo para mantener a raya a estos hombres fuertes, sino también para revertir la tendencia?
Estos líderes fomentan el culto a la personalidad. Son nacionalistas y conservadores sociales, con poca tolerancia a las minorías, la disidencia o los intereses extranjeros. En casa afirman defender a la gente común contra las élites globalistas; en el extranjero, se presentan como las encarnaciones de sus naciones. Y no solo están operando en sistemas políticos autoritarios, sino que han comenzado a surgir en el corazón de la democracia liberal.
De entre los diferentes fantasmas que acechan el Estado de Derecho y las democracias, la fragmentación política se erige como uno de los más significativos en nuestro actual panorama. Es muy normal escuchar con asiduidad en los medios de comunicación sobre la deriva fragmentada que ha tomado la esfera política de nuestro país y de otros países vecinos. Políticos, juristas, académicos, expertos debaten sobre cuáles han sido los condicionantes que nos han llevado hasta aquí y cuáles son las consecuencias de esta situación. Todo ello se encuadra dentro de la trayectoria que desarrollan los partidos políticos como eje central de nuestra organización constitucional. Ya desde finales del siglo XIX, el protagonismo de los partidos fue palpable y éste no ha dejado de aumentar a lo largo de las décadas y de los siglos. Ni siquiera la irrupción del 15-M y la aparición de las «nuevas» formaciones políticas acabó con el sistema de partidos heredado del Estado social de Derecho. La influencia de éstos irradia no sólo el itinerario de las instituciones del Estado sino también el día a día de la ciudadanía. Por eso, es indispensable conocer cómo funcionan y cómo actúan estas asociaciones para poder entender la fragmentación política. De ahí que esta obra se dedique, en primer lugar, a profundizar en cómo todas estas cuestiones afectan al poder judicial, a la Unión Europea o a las minorías parlamentarias, en definitiva, al propio concepto de Estado de Derecho y al concepto de democracia. Todo ello para adentrarse después en el análisis de la ley de partidos políticos que se aprobó en España en el año 2002, hace más de veinte años, y que introdujo importantes novedades en nuestro país.