El libro que nos devuelve la voz de un escritor y periodista brillante, impredecible, libre.
David Gistau gozó desde muy temprano de una libertad inusual, y supo hacer uso de ella como nadie. Esta antología da cuenta de un universo amplio y rico en contrastes (en el que tenían cabida la crónica política, la historia, el fútbol, el boxeo, la literatura, el cine y Los Simpson), cubre sus distintas etapas y registros, y nos redescubre a un escritor honesto, comprometido, independiente, inimitable, elegante y mordaz.
El pensamiento pensante, el pensamiento despensado y el pensamiento pensado, son las partes en que el autor ha dividido su ensayo para analizar las corrientes de Malebranche, Leibiniz, Spinoza, Rousseau, Huet, Hobbes, Regiua y otros que conformaron la filosofía europea clásica.
En estrecha conexión con la actualidad, este libro aborda algunas de las batallas filosóficas más intensas y decisivas de la historia, aquellas que siguen protagonizando hoy esa lucha por la «hegemonía» —tal y como la definió Gramsci—. El siglo xxi se decidirá de nuevo como un choque de ideas. Si el XX enfrentó al totalitarismo y el liberalismo, la nueva centuria será también la del conflicto renovado entre el autoritarismo y sus opositores. Las principales fuerzas ideológicas y sociológicas en Occidente, socialistas y conservadoras, siguen inmersas en una «guerra cultural» de ideas, símbolos y discursos con una enorme capacidad para condicionar nuestras vidas.
Sócrates y Platón, los jesuitas y Maquiavelo, Tocqueville y Marx, Campoamor y Beauvoir, Hayek y Lenin, Chomsky y Foucault, Kripke y Kuhn. Estos son los pensadores decisivos escogidos por Santiago Navajas para esclarecer algunas de las ideas más determinantes en nuestro tiempo: el pensamiento crítico, el poder, la democracia, el feminismo, la libertad, la naturaleza humana y la (pos)verdad.
La relación de Tomás Calvo con Aristóteles ha sido larga y fecunda. El gran estudioso de la filosofía griega, Catedrático de esta materia en la Universidad Complutense de Madrid, ha dedicado al Estagirita algunas de sus mejores páginas: dos modélicas traducciones (Acerca del Alma y Metafísica), acompañadas de sustanciosas introducciones y notas, un libro sobre el propio Aristóteles y el aristotelismo y numerosos trabajos sobre temas específicos, publicados en diferentes épocas, en muy variados y dispersos medios y en diversas lenguas. La gran mayoría de estos últimos se atesoran en este libro, lo que permite al lector un acceso cómodo y unificado a importantes estudios que de otra forma permanecerían poco accesibles.
La mirada del autor se detiene en algunas de las cuestiones cruciales del pensamiento aristotélico, en el ámbito de la física, la biología, la teología, la ética, los estudios literarios y, sobre todo, la metafísica, es decir, en los territorios preferidos y más importantes del filósofo griego, lo que convierte a este ensayo en una aproximación amplia y precisa sobre las cuestiones esenciales y las líneas maestras del pensamiento de Aristóteles.
La «Historia del pensamiento» de Jesús Mosterín está integrada por libros monográficos autónomos, que se caracterizan por la frescura de la mirada, el enfoque interdisciplinar, la relevancia actual, la lucidez del análisis y la claridad de la exposición. En su conjunto, la serie ofrece una panorámica única y completa de la evolución de las ideas filosóficas, religiosas, científicas y políticas, situadas en su contexto social. El volumen correspondiente a El pensamiento arcaico todavía no filosófico ni científico, aunque poseedor ya de una visión del mundo, una historia del origen de las cosas, una justificación del incipiente poder político, una moral y unas reflexiones sobre el sentido de la vida y de la muerte trata de las brumosas raíces del pensamiento humano en la Prehistoria, así como de su desarrollo posterior en Mesopotamia, Egipto, las culturas arcaicas del Egeo y de la India, la cultura indoeuropea y, por último, las civilizaciones arcaicas de Mesoamérica.
El pensamiento heterosexual de Monique Wittig, activista lesbiana y feminista, es una obra referente de la teoría queer que revolucionó el campo de los estudios feministas desde su publicación.
A través de nueve ensayos, Monique Wittig propone enfocar desde una perspectiva de género todas aquellas cuestiones fundamentales para la construcción de la ideología del mundo moderno: el orden social, la lucha de clases, las estructuras de poder o el lenguaje. La autora quiere diferenciar el concepto de «la mujer» como mito impuesto por la opresión y «las mujeres» como clase producto de las relaciones sociales.
Wittig rechaza la heterosexualidad como una orientación o práctica sexual y la presenta como un régimen político fundamentado en la sumisión y apropiación de las mujeres. La autora defiende que la mujer es una persona social, política e ideológica que puede escapar de la heteronormatividad y presenta la figura de la lesbiana como esclava prófuga del sistema heterosexual exclusivo, ya que no necesita el otro término de la oposición binaria.
El pensamiento heterosexual es una obra clásica del pensamiento feminista: precursora de la teoría queer, hoy en día sigue siendo indispensable para profundizar en los estudios de género.
«Las historias importan. Importan muchas historias. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla.»
Alejandra Azuero Quijano propone pensar el paro como un estallido epistémico, un acontecimiento que articula historias y ritmos de tiempo que permiten repensar el pasado para entender y actualizar el presente. A partir de repertorios de resistencia e interrupción, el paro nacional reorganiza las coordenadas con las que se entiende, imagina, percibe y representa la política colombiana y, por extensión, la realidad política y social de América Latina y el Caribe.
El paro nacional colombiano comenzó el 28 de abril de 2021 como reacción en contra de la controversial reforma fiscal impulsada por el gobierno en medio de la pandemia. Si bien el estallido social comenzó y terminó ese mismo año, la fuerza histórica del evento fue más allá, poniendo en marcha formas de experimentación estética, política y de sentido que aún no terminan.
Estamos frente a un acontecimiento que tiene la capacidad de cambiarlo todo: la política, las condiciones sensibles y los modos del saber. Por eso mismo, el paro también llama a poner en marcha otras formas de narrar, de pensar y de representar su historia.
A lo largo del siglo xx tomó cuerpo una iniciativa única en la historia de la humanidad. Los Estados, que desde Tucídides hasta Bismarck se habían caracterizado por su aspiración a la soberanía y la independencia, se unieron gradualmente para crear organizaciones internacionales con el fin de promover la paz, impedir las agresiones, regular los asuntos diplomáticos, elaborar un código legal internacional, fomentar el desarrollo social e inspirar un mundo de prosperidad. Así, y tras muchas vicisitudes, nació la ONU.
Largamente esperado, el trabajo de Paul Kennedy, uno de los historiadores con mayor prestigio de la actualidad, analiza esta estructura política fundamental del siglo xx desde las formas iniciales de organización internacional y sus funciones en el mundo de la posguerra hasta los principales acontecimientos y los problemas geopolíticos actuales, para proponer cómo debe transformarse la institución -frente a las nuevas amenazas para la seguridad internacional y el impulso del mundo global- durante el siglo XXI, pues es una urgente responsabilidad colectiva lograr que este «Parlamento» mundial de Estados funcione lo mejor posible ante los retos del futuro.