Uno de los grandes libros de memorias europeos del siglo XX.
Una nueva traducción de un clásico moderno del humanismo.
San Michele es el nombre que el médico noruego Axel Munthe dio a la villa que compró en Capri en 1887. Construida en el punto más alto de la isla —en el lugar que antes ocupara la residencia del emperador romano Tiberio—, Munthe pasaría allí el resto de sus días, convirtiéndola poco a poco en un refugio de belleza para su singular personalidad: un verdadero prodigio arquitectónico, un mundo de pérgolas y jardines, de perros, monos y lechuzas, de esculturas, sarcófagos, mosaicos y columnas por el que desfilarían todas las grandes personalidades de la época, desde Henry James o Stefan Zweig hasta Greta Garbo o la princesa Victoria de Saboya.
Memorias desprejuiciadas de un brillante médico humanista; evocadora semblanza del Mediterráneo de un apasionado de su arte, su historia y sus gentes; elegante libro de viajes de un aristócrata diletante y flâneur; alegato filantrópico y pacifista de un hombre entregado a los padecimientos de todos los seres vivos… Historia de San Michele es una obra única y magistral, un clásico contemporáneo convertido por derecho propio en uno de los grandes libros de memorias europeos del siglo XX.
Desde sus mitificados orígenes hasta la consolidación de la república, Roma se forjó en un crisol de mitos, luchas sociales y ambiciones políticas. En este primer volumen de su monumental Historia de Roma, el historiador Pedro Ángel Fernández Vega nos sumerge en el nacimiento de la Ciudad Eterna, donde la tradición y la leyenda conviven con las primeras instituciones, la pugna entre patricios y plebeyos y la lenta construcción de un régimen que exaltaba la libertas, pero nunca la igualdad.
Con un estilo ágil y accesible, Fernández Vega reconstruye a la perfección los relatos fundacionales que configuraron la identidad romana, rescatando el legado de los antiguos cronistas y contrastándolo con los hallazgos de la arqueología moderna.
Tito Livio es el único de los grandes historiadores de Roma que se mantuvo alejado de la vida pública. Eso le permitió dedicarse varias décadas a escribir su gran obra Historia de Roma (Ab urbe condita). Este monumental proyecto constaba de ciento cuarenta y dos libros, de los cuales solo se conservan treinta y cinco. La parte que ha llegado hasta nosotros refleja los mejores momentos de la Roma heroica con una prosa de innegable encanto en la que se exaltan las virtudes republicanas y el amor por la libertad.
Este tercer volumen de Historia de Roma reúne los libros VIII-X, y en ellos se culmina el proceso de asentamiento del dominio romano en el centro de la península hasta llegar al Adriático. Es una conquista territorial que se desarrolla a costa de las victorias sobre los samnitas, y que, como analiza Tito Livio, también lleva consigo un aumento de complejidad en el gobierno y un cambio de paradigmas sociales de gran calado.
Tito Livio es el único de los grandes historiadores de Roma que se mantuvo alejado de la vida pública. Eso le permitió dedicarse varias décadas a escribir su gran obra Historia de Roma (Ab urbe condita). Este monumental proyecto constaba de ciento cuarenta y dos libros, de los cuales solo se conservan treinta y cinco. La parte que ha llegado hasta nosotros refleja los mejores momentos de la Roma heroica con una prosa de innegable encanto en la que se exaltan las virtudes republicanas y el amor por la libertad.
El segundo volumen de Historia de Roma recoge los libros IV-VII, que abarcan los años 445-342 a. C. Es un periodo de constante evolución que bascula, por un lado, entre las luchas contra otros pueblos (ecuos, volscos, galos, etruscos, samnitas) por abarcar más territorio o recuperarlo, y, por otro, los progresos políticos y sociales que se van afianzando en el seno de la sociedad romana.
Hay pocos temas históricos universales con tanto interés bibliográfico o cinematográfico como la unión de los pueblos itálicos bajo la hegemonía del Imperio romano. Del mito fundacional de Rómulo y Remo hasta la disolución del imperio, esta Historia de Roma contada para escépticos reúne todos los ingredientes para convertirse en uno de los libros más exitosos de Juan Eslava Galán. Con la maestría que le caracteriza, Eslava no se limita a la narración cronológica de hechos históricos. Su objetivo es entretener, y para eso dota al relato de personajes ficticios que se mezclan con los emperadores, los soldados, las mujeres, los patricios y los gladiadores reales de la antigua Roma. Por supuesto, como marca de autor, no faltan los enredos de amor, las borracheras, y las motivaciones de poder o de sexo de unos personajes que, al final y por encima de todo, se mueven por pasiones humanas.
«En nuestros días, después de subir las cuestas del Palatino y atravesar el caos de ruinas de lo que un dpia fue el palacio de los emperadores romanos, se llega a una angosta plataforma que domina el valle del Tíber. Ésta, antiguamente cubierta por tierra que traían las lluvias y por toda clase de desechos, hoy está despejada, y en el suelo aparecen los vestigios de una singular aldea que se levantaba en este lugar hace casi tres mil años. Esta aldea, que quizá comprendiera unas decenas de modestas cabañas hechas con ramas entrelazadas y sostenidas por postes de madera, es todo lo que queda de la Roma más antigua.»