-El famoso lingüista e intelectual estadounidense denuncia en esta obra las terribles consecuencias de la política imperialista de su país.Un estudio sobre la estrategia de EE. UU. para instaurar su hegemonía a nivel mundial, utilizando cualquier medio y sin que importe el coste. El famoso lingüista e intelectual estadounidense Noam Chomsky señala en esta obra las terribles consecuencias que puede tener la política imperialista de su país. Chomsky expone, con la aplastante lógica que le caracteriza, cómo las manifestaciones de los políticos estadounidenses sobre el control global #desde el unilateralismo hasta el terrorismo de Estado y la militarización del espacio- se han apuntado al carro de una hegemonía que, en última instancia, amenaza la supervivencia del resto del planeta.
Una profunda exploración teórica de la filosofía hegeliana en torno al poder que nos permite realizar un análisis crítico del espíritu de Hegel.
Al examinar la filosofía de Hegel en función del fenómeno del poder, esta obra sondea su núcleo mismo: el poder no es un componente marginal del sistema hegeliano sino su confi-guración interior. Por tanto, ha de ser presentado en toda su complejidad, con todo su resplandor y también con sus límites, porque el poder no siempre se manifiesta en la coacción, la opresión o la violencia. Por el contrario, su auténtica manera de expresarse es en la concordia. Así, el poder se vincula con el otro: habilita al uno a continuarse en el otro. Favorece así una continuidad del sí-mismo.
Frente a la palabra del poder, que se presenta como término de libertad o como palabra de amor, Byung-Chul Han pretende hacer visible un concepto completamente distinto que brilla a pesar de -o incluso gracias a- la ausencia de poder: la amabilidad.
Lejos de ser un estudio corriente, Hegel y el cerebro conectado nos muestra nuestro mundo actual bajo una perspectiva hegeliana. Slavoj Žižek analiza las consecuencias de la creación de un vínculo entre nuestros procesos mentales y una máquina digital y explora el concepto de singularidad al que da lugar el hecho de compartir con otras personas nuestras experiencias y pensamientos. El autor profundiza en la cuestión de cómo esto influye en nuestra experiencia y nuestra condición de seres humanos libres, explorando lo que sucede con el espíritu humano, con nuestra subjetividad y con la esencia misma de ser humanos cuando una máquina puede leer, procesar y descomponer nuestros pensamientos.
Con su característico brío y entusiasmo, Žižek pone a Hegel en relación con el mundo en el que vivimos y nos muestra por qué es mucho más interesante de lo que la gente cree, y por qué el siglo XXI podría ser hegeliano.
Hegel es hoy un filósofo incómodo. Incomoda la secreta vigencia de su pensamiento, su condición de rocoso contemporáneo clandestino contra el que, antes o después, topa cualquier filósofo vivo. Incomoda su prosa, inextricable para el lector común y extenuante para los iniciados. Incomoda la lucidez y crueldad de sus ideas, nada edificantes y completamente inservibles para manuales de autoayuda. Incomoda su defensa del trabajo filosófico como un descenso al infierno antes que como un camino de salvación.
Estamos hechos de tiempo, habitados por tiempos múltiples y heterogéneos que se cruzan, se interfieren, se entremezclan… La política, según Zenia Yébenes, tiene que dar cuenta de ello. La memoria, entendida como la inscripción y transmisión de distintos ritmos de tiempo de vida y de materia, se constituye como un elemento crucial que modifica nuestra relación con el mundo, transformando así nuestro modo de percibirlo. El hilo conductor de estas páginas es, entonces, la articulación del tiempo y el imaginario como aquello que permanece aún impensado en la relación de lo humano con la vida y la Tierra, bios y geos. Zenia Yébenes propone imaginar otro modo de política que contemple las diferentes formas de tiempo de las que estamos hechos. Tiempos que no sean los de la nostalgia del origen perdido ni los de la memoria traumática ni únicamente los de la memoria como ejercicio deliberado y crítico. Necesitamos otra forma de mirar lo que nos constituye: el día a día, lo ordinario, la inquietante intimidad con el tiempo de los animales, el tiempo de los muertos y también el tiempo de los dioses.
Extraordinaria autobiografía vital e intelectual de uno de los grandes filósofos de nuestro tiempo.
Daniel Dennett, preeminente filósofo y científico cognitivo, dedicó su larga carrera a descifrar los misterios más espinosos y fundamentales de la mente. ¿Tenemos libre albedrío? ¿Qué es la conciencia y cómo surgió? ¿Qué distingue la mente humana de la de los animales? Sus respuestas han marcado profundamente nuestra era de pensamiento filosófico. He estado pensando traza el desarrollo del intelecto del propio Dennett y nos instruye sobre cómo podemos convertirnos cada uno de nosotros en buenos pensadores.
La incesante curiosidad de Dennett le lleva de su infancia en Beirut y las aulas de Harvard, Oxford y Tufts, a «cruceros cognitivos» en veleros, a los campos de Maine, y a grupos de reflexión de todo el mundo. Por el camino, se encuentra y debate con una serie de pensadores legendarios ―Douglas Hofstadter, Marvin Minsky, Gilbert Ryle, Stephen Jay Gould, entre otros― y revela los avances y errores de juicio que dieron forma a sus teorías. Pensar, sostiene Dennett, es difícil y arriesgado. De hecho, todo buen pensamiento filosófico va acompañado de desconcierto y solo cuando nos equivocamos encontramos, muy de vez en cuando, la manera de acertar.