En la biografía canónica de Francisco Franco, frente a la visión del dictador como figura providencial, Paul Preston presentó un retrato completísimo, riguroso y apasionante del hombre que durante casi cuarenta años rigió el destino de España.
Franco muestra al militar ambicioso e implacable; al admirador de Hitler y de Mussolini; al dirigente político cada vez más pagado de su propio papel pero incapaz de comprender la complejidad del Estado y la economía modernos. Queda el hombre visceralmente conservador, tan cauto como insaciable, hábil en el manejo de las personas y de los contrapesos del poder.
Un libro imprescindible, ahora en una brillante edición gráfica a cargo de José Pablo García (que ya trabajó con Preston en la adaptación de La muerte de Guernica y La guerra civil española), para quien quiera comprender la historia reciente de España, así como a uno de los personajes centrales de la misma.
Nadie ha condicionado tanto la historia contemporánea de España como Francisco Franco Bahamonde (1892-1975). Sin embargo y a pesar de su omnipresencia –de las monedas a las aulas, del NODO al debate público—, el dictador sigue siendo un desconocido, oculto tras una maraña de apriorismos y de tópicos, de maniqueísmos y de mentiras. El profesor Julián Casanova, el mejor historiador de su generación y el máximo especialista sobre el período, nos ofrece una biografía informada y reveladora sobre la persona y el personaje que determinó los destinos de España durante cuatro décadas.
Cincuenta años después de su muerte, Julián Casanova revela aspectos desconocidos por sus coetáneos y traza, para las nuevas generaciones, el retrato definitivo del dictador Para ello ha indagado en decenas de testimonios, libros y documentos que, con el poso de toda una trayectoria académica y de investigación, le permiten una aproximación tan precisa y novedosa como relevante y sugestiva.
Franco comenzó el asalto al poder con una sublevación militar y lo consiguió a sangre y fuego en una guerra civil. Hasta entonces, había sido uno más entre sus mediáticos hermanos, entre los despiadados africanistas y entre las estrellas ascendentes tentadas por la contrarrevolución. La asunción del poder absoluto modificó profundamente tanto su personalidad como su proyección exterior y su círculo íntimo. A pesar de no contar con un cuerpo ideológico o programático consolidado y de su escaso carisma, su legado forma parte de nuestro pasado más reciente. Hoy, con este relato magistral, la reconstrucción biográfica está completa.
El 10 julio de 1596, Francisco de Mendoza, almirante de Aragón, dejaba Gante para dirigirse a la corte del Sacro Imperio, entonces asentada en Praga. Lo hacía siguiendo las instrucciones del rey Felipe II y del archiduque Alberto de Austria, nuevo gobernador de Flandes, de quien era mayordomo mayor. Su cometido consistía en presentarse ante el emperador Rodolfo II y otras destacadas personalidades, para comunicarles formalmente la toma de posesión de estos territorios por parte del archiduque; aunque a las iniciales visitas de cortesía se irían sumando otros objetivos de gran relevancia política. Esta embajada diplomática se encuentra recogida en un manuscrito inédito –cuyo autor fue con toda probabilidad el propio Francisco de Mendoza– que ahora presentamos al lector. Redactado a modo de diario de viaje y sembrado de reflexiones personales del protagonista, nos sumerge en la Europa de finales del siglo XVI.