¿Quiénes seremos? ¿Qué clase de personas seremos tras estos días, después de haber visto lo que hemos visto? ¿Desde qué punto se podrá empezar de nuevo tras la destrucción y la aniquilación de tantas y tantas cosas en las que creíamos y de las que estábamos seguros?
Durante años, David Grossman ha comentado en los medios «la situación» entre Israel y Palestina. Sin embargo, tras el horrible atentadoterrorista del 7 de octubre de 2023 y los acontecimientos posteriores, ¿se puede hacer algo que no sea expresar desesperación? El escritor israelí, histórico defensor de la coexistencia pacífica entre ambos territorios, publicó dos días después del ataque un texto en el que analizaba cómo se pudo llegar tan lejos. El ensayo, que abre este libro, ya es un texto de referencia, y plantea cuestiones tan necesarias como: ¿Por qué ha ocurrido esta masacre en suelo israelí? ¿Por qué el gobierno de Netanyahu, abducido por sus escándalos, ha perdido de vista a los palestinos de Gaza? ¿Quiénes serán los israelíes después de la tragedia?
«El ser humano es ahora víctima de su propia tecnología», afirmó Aldous Huxley en una entrevista a la BBC en 1961, dos años antes de morir. Célebre por su novela distópica Un mundo feliz, Huxley fue también un lúcido crítico de la civilización industrial. Desde el comienzo de su carrera de escritor, se mostró preocupado por la relación entre el progreso científico y la sociedad humana.
Los ensayos reunidos en El precio del progreso, escritos entre 1946 y 1962, muestran cómo Huxley puso por delante de cualquier otro factor para el cambio, la necesidad de cuestionar el dogma del progreso científico y tecnológico. Supo desvelar el peligro inherente a la transformación social en Occidente si dicha transformación, independientemente de su naturaleza política, no tenía en cuenta en qué medida la industrialización y la tecnología suponían amenazas patentes para la emancipación total de las comunidades humanas.
Despierta, que no te engañen.
Así sufre la censura un periodista en España. Así te apartan por considerarte incómodo. Cloacas, bulos, intercambio de favores muy burdos, complots entre el poder político y el económico.
Así controlan tus noticias. Así es como la propaganda se carga la información. Intoxican a la opinión pública, acceden a tus datos más íntimos, te subastan en el mercado de la mentira. Así te polarizan para distraerte.
Listas negras de profesionales, personas intocables y temas inconvenientes. Clientelismo y establishment. Afán de poder y dinero. Así se reparten el pastel. Así aparentan que cambian para que nada cambie.
Y las ventajas y peligros de las nuevas tecnologías. Los que intentan conservar el poder y los que se agarran a un antiguo régimen mediático en un tiempo absolutamente cambiante. El dilema y los grandes riesgos de lo que viene.
ESTA ES LA VERDAD INCÓMODA DEL PERIODISTA JESÚS CINTORA, APARTADO CON GOBIERNOS DISTINTOS.