Cómo el hombre creó a Dios a su propia imagen: una visión original, abierta y contemporánea de la religión.
«Fascinante. Tratándose de la biografía introductoria de la que a todas luces puede considerarse la figura más influyente de todos los tiempos, resulta sin duda interesante.»
Catherine Nixey,TheSunday Times
Con la habilidad a la que nos tiene acostumbrados, Reza Aslan nos narra la historia de la religión para mostrarnos cómo esta ha estado marcada por nuestra insistencia en darle a Dios rasgos y emociones humanos. Según Aslan, esta tendencia a crear una versión divina de nosotros mismos es innata: está programada en nuestro cerebro, de ahí que sea una característica central de casi todas las tradiciones religiosas. Y esta proyección tiene consecuencias, pues le otorgamos a Dios no solo todo lo bueno de la naturaleza humana -nuestra compasión, nuestro afán de justicia - , sino también todo lo malo: nuestra avaricia, nuestro fanatismo, nuestra inclinación a la violencia. Todas estas cualidades informan nuestras religiones, culturas y gobiernos.
Este libro es mucho más que una historia sobre la comprensión de Dios: es un intento de llegar a la raíz de este impulso humanizador para desarrollar una espiritualidad más universal. Creamos en un Dios, en muchos o en ninguno, este libro valiente, ambicioso y provocador transforma el modo en que pensamos en la religión, así como nuestra relación con la vida, la muerte, lo espiritual y, en definitiva, la esencia misma de la existencia humana.
Confía en el milagro de la poderosa presencia de Dios en tu vida. El mensaje conmovedor de Lucado ayuda a los lectores a levantar la vista hacia un Dios que nos ama de manera extravagante y conoce las necesidades más profundas de nuestro corazón. Ningún revés es demasiado grande para resolver, y ninguna oración pasa desapercibida. Dios sigue obrando.
“Dios no tiene nada que decirle al hombre frívolo”. —A. W. Tozer
En Dios se interesa en el hombre, Tozer insta al creyente a estar alerta en su búsqueda de la voz de Dios. Nos recuerda que la quietud y la meditación en el Espíritu de Dios pueden ser más provechosas —espiritualmente— que la apariencia de la religión tan predominante en la sociedad moderna. La quietud es una cualidad que se está perdiendo en el mundo de hoy. Estar quieto y saber que él es Dios es una antigua verdad que se cita mucho pero que rara vez se vive.