Un análisis sobre el papel del fraude en el pasado y en la actualidad.
Vivimos en una época de engaños. Las agencias de espionaje de todo el mundo dedican una gran cantidad de recursos a hackear, filtrar y falsificar datos, a menudo con el objetivo de minar nuestra confianza en la información y debilitar la base misma de la democracia. Thomas Rid, reconocido experto en tecnología y seguridad nacional, fue uno de los primeros en dar la voz de alarma sobre la interferencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016. Pero, por muy astutas que hayan llegado a ser estas medidas adoptadas por las agencias de espionaje, no son nada nuevo.
En este asombroso viaje por un siglo de guerra psicológica secreta, Rid saca a la luz algunas de las operaciones más significativas de la historia, rastrea el aumento de las filtraciones y muestra cómo los espías comenzaron a explotar la cultura emergente de Internet mucho antes del caso WikiLeaks.
Desinformación y guerra política nos conduce, como si de una visita guiada se tratara, por lo más profundo de un vasto salón de espejos, antiguos y nuevos, apuntando a un futuro de polarización diseñada, pero también nos ofrece las herramientas para superar este engaño.
¿ES DIOS INJUSTO?¿ESTÁ CALLADO?¿SE ESCONDE DE NOSOTROS?Las respuestas a estas tres preguntas que muchas veces se hacen los cristianos, aunque no se atrevan a decirlas en voz alta, aparecen en este libro. Las preguntas hechas por la gente que sufre y se angustia, son respondidas con claridad y certeza bíblica. Desilusión con Dios ha dejado una huella muy profunda en la vida de muchas personas.
La creciente desigualdad en el siglo XXI es un grave problema social y sus causas y consecuencias provocan debates y controversias que implican desde agentes sociales y políticos hasta economistas. En Desigualdad, Carles Lalueza-Fox ofrece una visión totalmente nueva de este tema al examinar las huellas genéticas dejadas por la desigualdad en los humanos a lo largo de su historia.
Lalueza-Fox describe una serie de estudios genéticos, que son ahora posibles gracias a nuevas tecnologías de secuenciación del ADN, que revelan repetidos episodios de desigualdad en las sociedades antiguas: poderosos sobre pobres, hombres sobre mujeres y poblaciones tecnológicamente avanzadas sobre sociedades tradicionales.
A través de su ADN, los esqueletos anónimos del pasado pueden hablarnos por primera vez y nos cuentan sus historias de sufrimiento y desigualdad. Y nosotros, que somos en buena medida los descendientes de los que practicaron la desigualdad en el pasado, estamos en situación de preguntarnos cómo pensamos afrontarla en el futuro.