La historia de cómo cuatro genios revolucionaron la filosofía y cambiaron nuestra forma de entender el mundo. «Un libro que no tendrá parangón en mucho tiempo. Engancha como un thriller y ayuda más a la comprensión de nuestro presente que ningún estudio sociológico.»Micha Brumlik, Die Tageszeitung Estamos en 1919. La guerra acaba de terminar. «El doctor Benjamin huye de su padre, el subteniente Wittgenstein comete un suicidio económico, el profesor auxiliar Heidegger abandona la fe y monsieur Cassirer trabaja en el tranvía para inspirarse.» Comienza una década de creatividad excepcional que cambiará para siempre el rumbo de las ideas en Europa. Los años veinte del siglo XX en Alemania dieron forma a nuestro pensamiento contemporáneo, y son el verdadero origen de nuestra moderna relación con el mundo.
La caracterización de la modernidad como un «tiempo líquido» es uno de los mayores aciertos de la sociología contemporánea. La expresión, acuñada por Zygmunt Bauman, describe con precisión el tránsito de una modernidad «sólida» –estable, repetitiva– a una «líquida» –cambiante, voluble– en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven como marcos de referencia para la acción humana. Pero la incertidumbre en la que vivimos se debe también a otras transformaciones, entre las que, en el lúcido análisis de Bauman, se contarían la separación del poder y la política, el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo, o la renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo: el olvido se presenta como condición del éxito.
Por primera vez en la historia del hombre, encaramos un nuevo y total desafío ante el ideal de la persecución de la verdad pura y abstracta. Por primera vez, podemos concebir una incongruencia fundamental, un desfase crucial, entre la búsqueda de la verdad y los ideales igual de exigentes de justicia social o, aún más centralmente, entre la verdad y la supervivencia. Lo que está en juego en la carrera obsesiva por el descubrimiento ya no es una pierna rota de Tales o el descuido mortal de Arquímedes. Podría ser, tal vez ya lo sea, la existencia continuada del individuo y de la sociedad tal como los conocemos.
«Creo que la verdad tiene futuro. Que lo tengamos nosotros es algo que está menos claro. Pero solo el hombre puede suponerlo».
Un análisis iluminador y fascinante de una las mentes fundamentales de la cultura europea del siglo XX. La incisiva, audaz e irónica mirada del irrepetible humanista, recorre épocas históricas, las vidas de sus protagonistas, clásicos de la literatura, obras de arte cautivadoras y filosofías clarificadoras, para ofrecernos una verdad que solo un pensador como Steiner, observando desde la atalaya de su infinita erudición, puede destilar.