Toda la obra de Alexis de Tocqueville (1805-1859) es una reflexión sobre la libertad o su ausencia, el despotismo. Tanto en La democracia en América (1835 y 1840), como en El Antiguo Régimen y la Revolución (1856), obra que dejó inacabada, explora la forma de conseguir que el régimen democrático posterior a 1789 sea tan igualitario como libre. Nadie como Tocqueville ha sabido defender la libertad y anunciar los peligros que pueden ir unidos a construir una democracia basada exclusivamente en la igualdad, el individualismo y el bienestar material. La democracia en América ha pasado de ser «el mejor libro nunca escrito sobre los Estados Unidos» a ser también «el mejor libro sobre la democracia». En esta edición crítica se reproducen notas, correspondencias, comentarios, variantes y fragmentos inéditos que ayudan a comprender mejor el pensamiento de Tocqueville y el complejo proceso de redacción del libro.
El viaje de nueve meses que realizara en 1831 Alexis de Tocqueville (1805-1859) a través de Estados Unidos en busca de información sobre las reformas del sistema penitenciario norteamericano inspiró una de las más importantes obras de teoría política y de interpretación histórica de la época contemporánea. " La democracia en América " es un libro clásico gracias a la peculiar combinación de observaciones precisas, generalizaciones audaces e intuiciones geniales mediante las que el autor supo captar las grandes tendencias que configurarían la sociedad burguesa del futuro. Publicado en 1835, el primer volumen consagró a Tocqueville como el «heredero lógico de Montesquieu».
Howard Gardner, que ya revolucionó nuestra concepción de la mente con su teoría de
las inteligencias múltiples, nos ofrece ahora una obra trascendental sobre los objetivos
de la educación. En este libro, Gardner reúne los discursos de sus obras anteriores en
una nueva e importante síntesis destinada a padres, educadores e interesados en general.
El texto va más allá de cuestiones locales y explora las cualidades que debe poseer toda
persona formada en cualquier especialidad, así como los modos de transmitir esa
formación a sus alumnos. Gardner argumenta con entusiasmo que toda enseñanza
debería reforzar en los estudiantes la comprensión de la verdad y la falsedad, la belleza
y la fealdad, la bondad y la maldad, tal como las definen sus propias culturas. En
La. educación de la mente y el conocimiento de las disciplinas, Gardner explora la teoría de
la evolución, la música de Mozart y las consecuencias del Holocausto como ejemplos ilustrativos de la naturaleza de la verdad, la belleza y la moralidad. Su objetivo final es una ciudadanía educada que comprenda el mundo físico, el mundo biológico y el mundo social, y que sepa aplicar esta comprensión a su mundo personal, social y cultural. Lejos de la mentalidad basada en los contenidos y la experimentación que se ha apoderado tanto de los ciudadanos como de los legisladores, la educación que propone ayudará a las generaciones más jóvenes a aceptar los desafíos del futuro, conservando al mismo tiempo las metas tradicionales de una educación «humana».