La división, la crispación y la polarización han dado un vuelco al escenario político internacional. El murmullo de descontento que comenzó en los años noventa ha llevado a ciertos sectores de la sociedad a manifestar una clara animadversión hacia el proyecto globalizador de las élites. Gobernantes y ciudadanía parecen preferir el libre mercado en lugar de una democracia saludable. Conceptos como «libertad» o «civismo» han dejado de generar consenso y se han convertido más que nunca en armas arrojadizas entre adversarios electorales. Mientras, aumentan las desigualdades sociales, la injusticia racial y el hiperpartidismo, y las fronteras nacionales pierden su relevancia económica e identitaria.
En esta nueva edición de El descontento democrático, publicado por primera vez en 1996 y actualizado a los nuevos tiempos, Michael J. Sandel explora de un modo certero e iluminador las causas de la profunda decepción que se ha apoderado de la vida pública en las democracias occidentales. A través del caso de Estados Unidos, nos proporciona herramientas para comprender cómo en tiempos de guerras culturales, donde cada vez es más difícil que surjan movimientos reformistas de amplia base social, nuestra tradición cívica puede ayudarnos a imaginar una alternativa al sistema neoliberal y tecnocrático en que estamos instalados, donde la identidad y los ideales comunes están cada vez más devaluados.
Esta nueva obra de Esteban Mira Caballos desmonta el viejo tópico que sostenía que la presencia de indígenas americanos en el Viejo Mundo se limitó a un puñado de ellos que trajeron algunos descubridores, como Cristóbal Colón, pero la realidad es que hubo un tráfico de indígenas con destino a los mercados esclavistas europeos. Hasta mediados del siglo XVI entraron a través del puerto de Sevilla y, en la segunda mitad de la centuria, por Lisboa.
Otros muchos llegaron voluntariamente: unos, para conocer los secretos de la tierra -como un turista del siglo XXI- y, otros, para solicitar sus derechos, acudiendo personalmente a la corte para entrevistarse con el soberano. Lo mismo reclamaban tierras de sus antepasados, que privilegios -como escudo de armas, o el derecho a portar armas o a usar caballos--.
En sus viajes por el Atlántico los europeos no sólo descubrieron nuevas tierras, sino también nuevos pueblos hasta entonces desconocidos, con sus propias costumbres y religiones. Estos encuentros, que comenzaron en las Canarias en 1341 y prosiguieron en América desde 1492, les planteaban una serie de preguntas: ¿Eran estas gentes descendientes de Adán, del mismo linaje que los habitantes del Viejo mundo, o fruto de otra creación? ¿Poseían un alma y la capacidad de conocer a Dios? ¿Tenían el derecho a ser libres y gobernarse a sí mismos o debían ser tutelados? David Abulafia centra su atención en el aspecto humano de estos encuentros, y en la forma en que se pasó del asombro del descubrimiento de una naturaleza humana común a la práctica de la explotación, sentando un precedente para la posterior conquista europea del mundo. Como ha escrito el profesor Fernández-Armesto, este libro «nos lleva al corazón mismo de una cuestión que importa muy especialmente al mundo actual».
En este trabajo se analizan en el contexto del desarrollo de la pólis, las circunstancias vitales, la figura de Solón, su tarea como gobernante y sus ideas políticas, que en muchas ocasiones fueron llevadas a la práctica en Atenas, las consecuencias que provocó su actividad como legislador en su tiempo y la fama que alcanzó su persona y su obra en la posteridad. El propósito principal es mostrar un estado de la cuestión amplio, con las principales aportaciones de la investigación más reciente y, en lo posible, presentar y algunas respuestas a los problemas que siguen existiendo en la actualidad, con relación a las ideas y a sus actividades como personaje público y responsable del gobierno de Atenas.
Aunque la cuestión trans hace tiempo que existe, su irrupción masiva en la esfera pública es muy reciente. Debido a sus enormes implicaciones, no solo en cuanto a la sexualidad y a las ideas, sino también en lo que afecta a otras dimensiones, como la social, la legislativa o la política, el debate está marcado por el signo de la urgencia. En este amplio diálogo no podían faltar los analistas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y, teniendo en cuenta que muchos llevaban tiempo trabajando en ello, se ha confeccionado este volumen colectivo.
Presentamos en este volumen, de manera independiente, la parte cuarta y última de la obra magna de Tocqueville, La democracia en América, uno de los textos fundamentales de la teoría política. En esta parte final, el autor nos ofrece las conclusiones de su estudio y formula su célebre concepción del despotismo democrático, aquel que amenaza a nuestras sociedades contemporáneas, caracterizadas por la tensión entre la libertad y la igualdad.