Si es evidente que el trabajo ya no es lo que fue, ¿cómo lo pensamos en pleno siglo XXI? ¿Podemos hacerlo sin caer en los lugares comunes de la tecnociencia, el teletrabajo o la inteligencia artificial? Este breve y poderoso libro demuestra que, para quebrar esas lógicas mercantilistas, es fundamental encarar una discusión política y filosófica alrededor de una pregunta inquietante:
¿cómo y por qué trabajar hoy?
Alain Supiot hace en estas páginas un llamado a dejar de pensar el trabajo como una actividad por la que se recibe un salario para poner en el centro de la cuestión a las personas y asegurarles una protección que no solo prevea la situación de desempleo, sino la formación permanente, las tareas de cuidado y el trabajo comunitario. Y lo hace sin postular el retorno a un mundo de pleno empleo que, a esta altura, se ha vuelto una utopía, sino en diálogo con el trabajo precarizado e informal que hoy nos es tan familiar.
En esta magnífica guía, J. William Worden describe los mecanismos del duelo y los procedimientos que se deben emplear para que las personas puedan afrontar su pérdida y su dolor y consigan superarlos.
La obra se centra en los temas del duelo patológico, la familia en proceso de duelo entendida como paciente, el duelo del propio profesional o las pérdidas con mayor carga de aflicción. Además, encontraremos importantes textos sobre el sida y el duelo, el duelo en la tercera edad, el impacto de las redes sociales y los recursos en línea para el «ciberduelo», los cambios en el DSM-5 que influyen en el trabajo de duelo, los modelos alternativos de duelo y los nuevos hallazgos sobre las diversas cualidades del duelo.
La corriente igualitaria que desde hace décadas recorre Occidente nos ha sometido al dictado de los más mediocres de la sociedad. Las élites gubernamentales, con la complicidad de los medios de comunicación y las grandes corporaciones, han exaltado sin escrúpulos las más bajas pasiones humanas con el fin de generar una homogeneidad que arrasa con la desigualdad natural.
El resultado es una sociedad envidiosa, fanática y orgullosa de su servidumbre voluntaria a unos políticos que conocen la limitación intelectual de sus votantes. De esta forma, la belleza, la sofisticación, la meritocracia y la justicia han sido sustituidas por la vulgaridad de la masa.
La extraordinaria historia de cómo el Racing Club de Madrid sobrevivió a una estrepitosa gira por América antes de su disolución.
Hace un siglo, un modesto equipo irrumpió en el panorama del fútbol español para disputar la hegemonía a los clubs establecidos. Era el Racing de Madrid, que pronto llegó a ser el mejor equipo de la ciudad.
La expansión urbana lo obligó a abandonar su popular estadio de Chamberí. Para recuperar su prestigio, atenuado a lo largo de los años 20, se embarcó en dos ambiciosos proyectos: la construcción de un fastuoso campo en Vallecas y una estrafalaria gira por América en 1931 para sufragarlo. Todo ello precipitó su ruina.
Su llegada a Perú desató una sublevación militar. En Cuba los sorprendió una violenta rebelión. En México pisaron los calabozos y ficharon a un crack mundial. En los tugurios clandestinos del jazz de Estados Unidos se las vieron con gánsteres. En todas partes provocaron disturbios. En todas partes pelearon a puñetazo limpio.
Una lóbrega tarde de noviembre de 1862, un rústico féretro recibía sepultura en medio de un escalofriante silencio, sin lamentos ni panegíricos por orden expresa del comisionado británico: «No debe quedar rastro que distinga el lugar donde descansen los restos del último mogol». El cadáver que ocupaba el ataúd era el de Bahadur Shah Zafar II, uno de los monarcas más tolerantes y gentiles de una extraordinaria dinastía que se vio al frente de un violento alzamiento, el motín de la India, condenado de antemano al fracaso. El sangriento sitio de Delhi, el Stalingrado del Raj, será su fin, el ocaso de su dinastía y el fin de una cultura incomparable.
Bahadur Shah Zafar II, el último emperador mogol por cuyas venas corría la sangre de Tamerlán y Gengis Khan, fue un místico, un gran poeta y un hábil calígrafo que, aunque privado del poder político real por la Compañía de las Indias Orientales, se rodeó de una brillante corte y presidió uno de los grandes renacimientos culturales de la historia de la India. En 1857, fue la bendición de Zafar a la rebelión de los cipayos de la Compañía la que transformó lo que en principio parecía un simple motín en el levantamiento más grande que el Imperio británico tuviese jamás que sofocar. El libro El último mogol. El ocaso de los emperadores de la India es un retrato de la deslumbrante Delhi que Zafar personificaba, la historia de los últimos días de la gran capital mogola y de su destrucción final en la catástrofe de 1857.
Con una mirada crítica y documentada, Vian explora los desafíos históricos y actuales a los que hace frente la Iglesia católica: la reforma de la curia, el papel del dinero, las crisis de comunicación y la división interna. Este libro es una invitación a reflexionar sobre el ejercicio del poder papal y los retos que enfrenta la fe en un mundo en constante cambio.