La imaginación liberal, publicada originalmente en 1950 y presentada aquí en una nueva traducción a nuestra lengua, es no solo una de las obras de crítica literaria y cultural más vendidas y aclamadas de todos los tiempos, sino también uno de los ensayos sobre política y sociedad más influyentes del último siglo, un conjunto de escritos en los que Lionel Trilling atisbó, como pocos lo han hecho, los dilemas de nuestro presente.
El autor examina en este clásico las promesas y los límites del liberalismo, entendido aquí el término en su acepción estadounidense, es decir, como progresismo. Desafiando la autocomplacencia propia de una ingenua creencia en la racionalidad, en el progreso y las panaceas de la economía y otras ciencias sociales, Trilling afirma la irreductible complejidad de la motivación humana y la inevitabilidad del conflicto trágico. Solo la imaginación, argumenta el autor, puede darnos acceso a la comprensión de estos reinos de la motivación y la tragedia humanas, y solo la imaginación puede fundamentar un liberalismo (progresismo, insistimos) reflexivo y considerado, en lugar de uno planificador y dogmático.
El objetivo principal en este ensayo es hablarle de algunos temas cotidianos, desde cómo sobrevivir a las adversidades de todos los días hasta darnos cuenta de la impermanencia de nuestro ser. Aquí invitamos a cada lector a mantener una capacidad firme de cómo manejar las situaciones y aprender a soportar algo sin alteración. Aquí es donde realmente enumero un sin número de cualidades que ayudarán a solucionar algunos problemas que van apareciendo en el transcurso de la vida.
Aquí es donde revelo mi fe en los planes, la omnipotencia y el amor de Dios; también aquí es donde aprenderás a reflexionar sobre cada acción, pensamientos y emociones. Aquí es donde encontrarás el momento necesario para pensar en la consecuencia de cada acción y elegir respuesta más adecuada; todo esto te ayudará a contribuir y a tomar mejores decisiones para obtener un mejor camino. Este contenido está realmente ligado con la paz, la calma, la tolerancia y la perseverancia; aquí es donde todos tenemos que ser optimistas.
La incomparable Isabel la Católica trata de forma sintética y precisa todas las cuestiones que rodearon la fundación de la España católica en el Siglo de Oro por Isabel y Fernando, abordando con fuerza y claridad temas «espinosos». A través de un estilo ameno y accesible, Dumont nos sumerge en la época de Isabel y nos presenta a una mujer de gran inteligencia, astucia y determinación, que supo enfrentar los desafíos de su época y consolidar la unidad de España. Una obra imprescindible para cualquier amante de la historia y de las grandes mujeres que marcaron un hito en su época. En este ensayo sobre Isabel la Católica no sólo se da una recuperación de un personaje histórico excepcional sino también un abordamiento valiente de cuestiones como la expulsión de los judíos, el final de la Reconquista, los inicios de la Inquisición o el descubrimiento de América.
Una revisión de las mentiras que enturbian la comprensión de un conflicto aparentemente irresoluble
¿Es Israel culpable de un genocidio palestino? ¿O el causante de que vivamos en un mundo cada vez más inseguro? Amplios sectores del mundo intelectual y de los medios de comunicación suelen responder afirmativamente a estas preguntas, una mentalidad que intoxica a buena parte de la opinión pública falseando los hechos y distorsionando la realidad de Israel.
Desde su creación en 1948, la existencia del Estado de Israel ha estado rodeada tanto de amenazas existenciales muy tangibles como de una serie de tergiversaciones y tópicos que han sido mayoritariamente aceptados de forma acrítica por las sociedades occidentales.
Son las creencias sólidamente asentadas en buena parte de la opinión pública occidental, como que Israel ejerce una forma de apartheid o que el pueblo palestino sufre un genocidio, lo que hace imposible una correcta comprensión del conflicto árabe-israelí y, lejos de contribuir a su resolución, lo perpetúan, en virtud de una mal entendida buena voluntad que muchas veces no es más que simple desinformación.
Y es ése y no otro el objetivo de este libro: desmontar los bulos más extendidos y situar en su lugar la crítica razonada a Israel, al margen de la avalancha de fake news producida por la industria de las mentiras.
El primer siglo de la historia del cristianismo, que con frecuencia se ha presentado como el simple comienzo de la Iglesia, estuvo marcado en realidad por diferentes momentos cruciales tan inesperados como decisivos: la prematura muerte de Jesús, las apariciones del Resucitado, el establecimiento de los discípulos en Jerusalén, la sacudida causada por los helenistas, la ruptura de Pablo con la Gran Iglesia, la terrible tempestad de los años sesenta, la revitalización del judaísmo por Yohanan ben Zakai y sus discípulos, la exclusión de los minim de las sinagogas hacia 90-100 y la apertura, a comienzos del siglo II, del gran debate sobre la integración del cristianismo en el seno de la sociedad grecorromana.
La conciencia colectiva de los cristianos se fue poco a poco constituyendo y enriqueciendo en el curso de estos choques sucesivos. Judíos mesiánicos en sus inicios, los cristianos tomaron progresivamente conciencia de su originalidad en relación con el judaísmo. De lengua aramea, descubrieron la cultura griega y optaron en su mayoría por este nuevo medio. Hacia 125-150, salido del entorno protector del judaísmo, el cristianismo echa a volar con sus propias alas. Ha adquirido el pleno conocimiento de sí del adulto. Del joven tiene todavía la presunción de la que dan prueba los Apologetas y la intrepidez de los confesores que se niegan a toda concesión. Su infancia ha tocado a su fin. Helo aquí dispuesto a afrontar las tempestades de la madurez, que se anuncian rudas.
En tiempos del emperador Tiberio, un judío que predicaba la llegada del reino de Dios fue crucificado en Jerusalén por orden del prefecto romano Poncio Pilato. Este fue el inicio de un proceso que acabaría presentando a Jesús como un ser divino. Que esta glorificación prosiga hasta hoy exige del pensamiento crítico un exhaustivo ejercicio de examen y estudio. ¿Cabe distinguir la realidad del relato heredado? ¿Tienen algo en común el Cristo de la tradición y el Jesús que la investigación histórica desvela? ¿Cómo se explica la divinización del personaje en la cuenca mediterránea del siglo I? ¿Es posible hallar un sentido a la proliferación de obras sobre el «Jesús histórico»?Tras una extensa investigación que goza de difusión e impacto internacionales, Fernando Bermejo Rubio responde de modo iluminador a todas estas cuestiones. En La invención de Jesús de Nazaret, el historiador de las religiones hace inteligible tanto la figura de Jesús como la construcción cultural que subyace al Cristo de la fe.
¿El cerebro adolescente? Ante esta pregunta es habitual oír frases divertidas o sarcásticas: «¿Y los adolescentes tienen cerebro? ». Por alguna extraña razón está aceptado socialmente burlarse de las personas en esta etapa de la vida, cuando se producen cambios en la estructura y la función cerebral que nos permiten entender los comportamientos que solemos relacionar con la adolescencia, como las conductas arriesgadas, el deseo de vivir nuevas experiencias, la influencia del grupo o la dependencia de las amistades.
A la muerte de Marx, el 14 de marzo de 1883, el marxismo no existía. Circulaba sin duda alguna mala copia del viejo Manifiesto comunista y se había reimpreso el primer volumen de El Capital. Había también una traducción francesa de ese primer tomo, además de diversos textos breves, folletos y panfletos: el análisis de la Comuna de 1871, el discurso en el Congreso de La Haya de la Internacional. ¿Cómo entonces se produjo esta identificación entre socialdemocracia y movimiento obrero? En este libro, Montserrat Galcerán realiza una investigación histórica sobre la formación del marxismo a partir de su portador, el movimiento obrero. La autora rastrea los principales acontecimientos en cuyas interpretaciones se fraguó esta doctrina: las discusiones y publicaciones de la época, las tomas de posición político-teórica del movimiento obrero y especialmente de su organización paradigmática, la socialdemocracia alemana de finales de siglo XIX. Bajo esta perspectiva, el marxismo aparece no tanto como la aplicación práctica de las tesis de Marx, que como una lectura e interpretación específica de las mismas en el marco de la socialdemocracia. El marxismo fue sencillamente una invención funcional a un contexto donde las expectativas revolucionarias del propio Marx habían dejado de operar.
La invención del poder echa por tierra el pensamiento convencional acerca de la cultura, la religión y la raza de Europa, y presenta una convincente y novedosa visión que resuelve uno de los grandes enigmas de la historia: ¿por qué Occidente se convirtió en la civilización más poderosa?
La excepcionalidad occidental ―la idea de que las civilizaciones europeas son más libres, más ricas y menos violentas― es una poderosa noción política ampliamente extendida. Ha sido el origen de la paz y la prosperidad de diversas sociedades, pero también la causante de los estragos y la limpieza étnica en otras.