Fascinante recorrido del mundo de la antigüedad clásica desde Homero a Adriano, es precisamente la presencia constante del toque humano: su capacidad de evocar figuras como Sócrates, Alejandro, Cicerón o César y de hablarnos, a la vez, de la vida cotidiana de los ciudadanos, de los últimos días de Pompeya o de los juegos del circo, en unas páginas que nos devuelven el encanto de la mejor narrativa histórica.
Desde hace más de un siglo, los efectos de una urbanización que está convirtiendo el mundo en una inmensa metrópolis son de una evidencia cada vez más palpable. Entre el París de la segunda mitad del siglo XIX y el Berlín de las primeras décadas del siglo XX se produjo una gran transformación urbana, un proceso decisivo dictado por las renovadas exigencias del capitalismo avanzado. El dogma del utilitarismo y el productivismo de la ciudad contemporánea provocaría una radical mutación social, política y antropológica, forjando una experiencia urbana que, en sus fundamentos, es la misma que seguimos viviendo hoy.
Si Simmel, Kracauer y Benjamin fueron los primeros en describir las peculiaridades de esa mutación, una generación de artistas, arquitectos, escritores y gran parte de la vanguardia, intuyendo las peligrosas consecuencias, trató de oponerse a ella, y se convirtió en parte activa del movimiento revolucionario. Una nueva idea del arte y de la felicidad se abrió paso, ensayada literalmente en las barricadas, en la convulsión de su tiempo, identificando el enemigo a combatir precisamente en la disciplina aniquiladora de las nuevas ciudades.
Este ensayo reconstruye la génesis del espíritu de la metrópolis capitalista, recuperando las voces de quienes trataron de concretar la idea benjaminiana de revolución como activación del freno de emergencia del tren del «progreso» lanzado hacia el abismo. Voces de un pasado reciente que siguen cargadas de una urgencia determinante.
En los siglos XVI y XVII observadores ingleses, españoles, franceses y de otras naciones europeas se mostraban alarmados ante la creciente influencia de los validos, favoritos o ministros-favoritos. Estos personajes parecían estar usurpando competencias y obligaciones normalmente ejercidas por los monarcas.
En este libro pionero, un grupo de ilustres historiadores internacionales -entre los que figuran Laurence Brockliss, Jonathan Brown, John H. Elliott, Antonio Feros, Marc Fumaroli y I.A.A. Thompson- analiza la figura de los favoritos y su ascenso en Europa.
Los diversos colaboradores de esta obran ahondan en el fenómeno de estos poderosos personajes, indagando más allá de las ya conocidas vidas de algunos de ellos como el duque de Buckingham, el cardenal Richelieu o el conde-duque de Olivares. ¿Fue su aparición en el escenario europeo simple coincidencia? ¿Cómo puede explicarse este hecho? ¿Cómo lograban y retenían su dominio sobre los resortes del poder? ¿Cuál era su relación con su regio señor? ¿Y por qué optaron gradualmente los soberanos por gobernar sin favoritos en las postrimerías del siglo XVII?