Generación líquida es la última obra de Zygmunt Bauman, un icono cultural que ha gozado de una inmensa popularidad gracias a su capacidad para hablar a todo el mundo con un lenguaje comprensible y conciso.
En esta obra, Bauman entabla un diálogo con un joven exactamente sesenta años más joven que él: Thomas Leoncini. Su discusión se centra en el mundo de las generaciones nacidas después de los primeros años de la década de 1980, aquellos que en una sociedad líquida y en continuo cambio forman parte de ella en calidad de nativos y que captan su realidad en su dimensión más profunda y real, incluso la de los fenómenos considerados más efímeros.
En esta breve y fulgurante obra pop, ambos autores analizan la transformación del cuerpo, los tatuajes, la cirugía estética, los hípsters, la dinámica de la agresión (y en particular el fenómeno del acoso escolar), internet y las transformaciones sexuales y amorosas de la sociedad.
Un libro que llega a tiempo
¿Género? ¿Coeducación? He aquí dos conceptos con los que muchas maestras y profesoras llevamos años trabajando, pensando, imaginando, para proponer un conjunto de cambios fundamentales en la educación, para hacerla realmente igualitaria entre niños y niñas, entre chicas y chicos. A menudo hemos oído: ?pero, ¿por qué? La educación ya es igualitaria, ya van a las mismas escuelas, las chicas tienen mejores notas??. Comentarios bien intencionados pero mal informados, porque nosotras sabemos que la educación sigue siendo sesgada, pensada para los chicos, portadora y transmisora de unos géneros estereotipados que perpetúan y naturalizan diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres.
Ha llegado el momento de cambiar sistemáticamente la educación. Por suerte, no partimos de cero. El trabajo callado de tantos años ha permitido analizar el cómo y por qué se produce la transmisión de los géneros, y ha permitido también crear modelos de acción para introducir y evaluar los cambios. Es ya una larga historia: el diagnóstico está hecho, por lo menos en gran parte; las soluciones están pensadas, sólo falta aplicarlas profusamente.