«En el principio existía el verbo». Esta frase, con la que comienza el Evangelio según San Juan, es clave en las enseñanzas de la Iglesia cristiana y ha sido determinante para el arte, la literatura y el lenguaje occidentales.
Sin embargo, en los años posteriores a la muerte de Cristo no hubo ni una sola palabra, ni consenso alguno sobre quién era Jesús o por qué había sido importante. Hubo muchos Jesuses diferentes, entre ellos uno agresivo que despreciaba a sus padres y paralizaba a quienes se le oponían, otro que vendió a su gemelo como esclavo y alguno más que hizo crucificar a alguien en su lugar.
¿Por qué sabemos tan poco acerca de estas primeras versiones de Jesús? Porque, a partir del siglo IV d.C., la forma ortodoxa de cristianismo que se había vuelto preeminente se dedicó a eliminar sistemáticamente cualquier otra variación, denunciando sus evangelios como apócrifos y a sus seguidores como herejes. Estos desafortunados cristianos perdieron sus derechos, sus propiedades, sus iglesias y, no pocas veces, incluso sus vidas. En Herejía, Catherine Nixey recupera esas extraordinarias historias de contingencia, azar y pluralidad.
Ramón Tamames sitúa, con precisa y bella escritura, al personaje Hernán Cortés en su escenario deslumbrante. Rodeado de otros protagonistas coetáneos, como Moctezuma, Malinche, Cuauhtémoc, Carlos V, el Padre las Casas, el gobernador Velázquez, Pizarro, Alvarado, Sandoval, Bernardino de Sahagún, Vasco de Quiroga y tantos otros personajes y acontecimientos que conforman el universo de la América Espańola. Un libro indispensable para los casi 600 millones de hispanohablantes. La originalidad de estas páginas estriba en la visón de Hernán Cortés desde un enfoque global -en el marco de los grandes descubrimientos y hechos del mundo del siglo XVI, que promovieron el comercio mundial, el mestizaje y la difusión del cristianismo- como un valiente soldado, gran empresario de su propio proyecto, diplomático inteligente y estadista creador de la nueva España.
La serie completa Taiheiki eiyūden (1867) —Héroes de la Gran Pacificación―, de Utagawa Yoshiiku (1833-1904), consta de cien estampas de heroicos guerreros de la historia japonesa, hombre dignos de admiración tanto en la victoria como en la derrota; en el triunfo o en el fracaso. Son los cien principales protagonistas del periodo Sengoku (finales del s.XV - finales del s.XVI), agitada época de guerras civiles, sangrientas batallas y presencia constante de la muerte. Son también los cien artífices de la unificación de Japón bajo el gobierno de los Tokugawa y del largo y estable periodo Edo (1603-1867).