Un divertido y conmovedor libro de memorias en ensayo de la comediante Aida Rodríguez sobre el poder de superar las dificultades y transformar el dolor en risa.
Aida Rodríguez ha vivido, por decir poco, una vida de torbellino. La historia de cómo pasó de la pobreza a la opulencia es alucinante: cuando era niña, su madre la secuestró y se la llevó de la República Dominicana a los Estados Unidos. Más tarde, un nuevo secuestro, esta vez a manos de su abuela y su tío, la dejó en Florida. Ya de adulta, escapó de un matrimonio tormentoso y terminó, junto con sus hijos, mendigando por las calles de Los Ángeles. Durante todas esas adversidades, Aida nunca perdió su sentido del humor.
Nacida con un maravilloso ingenio y un espíritu irrefrenable, Aida ha utilizado su talento y trabajado sin descanso para convertir la tragedia y el dolor en una comedia mordaz que abarca todo, desde la misoginia y el racismo hasta las redes sociales y los titulares de prensa. Con el tiempo, lanzó un exitoso especial en Max que la llevó a múltiples acuerdos de desarrollo, un logro que le ganó una audiencia nacional, le abrió puertas y la ayudó expandir la forma en que los latinos están representados en la comedia.
Varsovia, 1943. Testigos del brutal asesinato de sus familias y vecinos y de la destrucción violenta de sus comunidades, un grupo de mujeres judías en Polonia, algunas todavía en la adolescencia, ayudaron a transformar a los grupos de jóvenes judíos en células de resistencia para luchar contra los nazis. Con valor, astucia y nervios de acero, estas "chicas del gueto" sobornaron a los guardias de la Gestapo, escondieron revólveres en hogazas de pan y ayudaron a construir sistemas de búnkeres subterráneos. Actuaron como correos, combatientes y agentes de inteligencia. Sobornaron a los soldados alemanes con vino, whisky y cocina casera, usaron su aspecto ario para seducirlos, y les dispararon y los mataron.
Esta obra finalmente saca a la luz la historia de estas increíbles mujeres cuyas hazañas han sido eclipsadas por el tiempo. Judy Batalion, nieta de supervivientes polacos, nos lleva de regreso a 1939 y nos presenta a la joven Renia Kukielka, una contrabandista de armas y mensajera que se juega la vida al cruzar la Polonia ocupada a pie y en tren, y a tantas otras mujeres que pusieron sus vidas en peligro para llevar a cabo sus misiones.
Tan trepidante como inspiradora,Hijas de la Resistencia es una historia inolvidable sobre la lucha por la libertad, la amistad femenina y la supervivencia, y una investigación tan apasionante como necesaria.
«Hablar de extrarradio y de periferia significa hablar de clase obrera, de bloques de ladrillo y hormigón, de toldos verdes comidos por el sol, de pisos sin ascensor y de cierto porcentaje considerable de población migrante en edad de trabajar. Aunque se conocen como barrios de clase trabajadora, también los habitan muchas personas sin empleo que se arriesgan a perder una muela por no poder empastarla».
Mientras que la literatura obrerista se ha encargado de romantizar el mono azul de trabajo y la academia feminista aboga por romper techos de cristal, las condiciones de quienes se encargan de lavar los primeros y barrer los segundos han quedado totalmente descuidadas y olvidadas. Cargadas de razones y muy cansadas de cuidar para que otras concilien, un centenar de Hijas del hormigón le han contado a la politóloga Aida dos Santos su día a día, porque la precariedad y las privaciones no siempre las recoge la estadística. Ahí donde leas «Esto a mí también me pasa» y asientas en silencio estará la prueba de que lo que te atraviesa a ti, nos limita a todas.