«Leer a Hannah Arendt permite comprender mejor el presente.» Berliner Morgenpost ¿Qué es la libertad y qué significa para nosotros? ¿Consiste solo en la ausencia de miedo y restricciones, o acaso implica también la participación en procesos sociales, con voz política propia, ser escuchado, reconocido y finalmente recordado por otros? Publicado en Estados Unidos en los años sesenta pero inédito hasta hoy en español -y en alemán-, este ensayo refleja el rigor y la fuerza del pensamiento político de Hannah Arendt y condensa con precisión y maestría sus reflexiones sobre la libertad, de gran calado y capaces de conectar de manera asombrosa con los desafíos y peligros de nuestro tiempo. Arendt rastrea el desarrollo histórico de la noción de libertad, en particular, toma en cuenta las revoluciones en Francia y América. Mientras que la primera supuso un punto de inflexión en la historia pero terminó en desastre, la otra fue un éxito triunfal pero se mantuvo como un asunto local. Repensar la idea de revolución se ha vuelto imperioso hoy, y este reencuentro con Hannah Arendt representa el impulso necesario para las nuevas generaciones.
¿Qué ha ocurrido para que la libertad se haya convertido en un eslogan de la derecha y para que la obediencia parezca ser un valor de la izquierda? ¿No habrá detrás de este curioso desplazamiento ideológico una concepción diferente de la libertad en una sociedad democrática? Tomando como hilo conductor la idea de libertad, este libro analiza el futuro de la democracia y los nuevos paisajes ideológicos, ofrece algunas claves para entender el comportamiento de sus actores, se pregunta qué dimensiones de la sociedad debemos democratizar y cómo afrontar las crisis a las que nos enfrentamos.
Quien en nombre de su derecho a hacer lo que le dé la gana no interioriza el impacto que sus acciones pueden tener sobre otros termina contribuyendo a construir una sociedad en la que muchos verán reducidas las posibilidades de hacer lo que les dé la gana. Al cuidar lo común no estamos rindiéndonos a una estructura neutra o ajena, sino a algo de lo que se nutre nuestra libertad personal. Jon Elster, uno de los más destacados pensadores republicanos, glosaba la figura de Ulises dejándose atar para no sucumbir a los cantos de las sirenas. Nos recordaba así que muchas veces la mejor manera de preservar la libertad es atarse, no tanto para respetar la de los demás, sino para protegerse de las torpezas que podría uno cometer si llama libertad a cualquier cosa. El actual contrato social, sostiene Daniel Innerarity en estas páginas, está demandando una autolimitación de la libertad personal para asegurar la supervivencia de la humanidad en el planeta.
El título de esta compilación de ensayos del liberal peruano Héctor Ñaupari es representativo de su contenido: un amor por la libertad que brilla a través de textos de carácter. El liberalismo no borra los perfiles de la persona, nos dice Ñaupari en estas páginas. Al contrario, se aferra al carácter único de cada uno de nosotros para reconocer una dignidad genuina, y que es común a todos. Ser diferentes es, por tanto, lo que nos hace iguales en dignidad, y lo que sostiene esta concepción rica, humana, del liberalismo, que tan bellamente recoge el escritor.