Estamos a punto de cruzar un umbral crítico en la historia de nuestra especie. Todo lo que conocemos va a cambiar.
Pronto viviremos rodeados de una inteligencia artificial responsable de ejecutar tareas complejas: desde gestionar negocios y producir contenido digital ilimitado hasta dirigir servicios públicos fundamentales o mantener infraestructuras. Habitaremos un mundo de impresoras de ADN y ordenadores cuánticos, patógenos artificiales y armas autónomas, robots asistentes y energía abundante. Todo esto supone una transformación radical en la capacidad humana.
No estamos preparados.
Como cofundador de la empresa pionera DeepMind, Mustafa Suleyman ha estado en el epicentro de esta revolución llamada a convertirse en el mayor acelerador del progreso de la historia. Asegura que la próxima década estará marcada por esta gran ola de nuevas y poderosas innovaciones de rápida proliferación. Impulsadas por abrumadores incentivos estratégicos y comerciales, estas herramientas ayudarán a afrontar nuestros retos globales y crearán una enorme riqueza, pero también provocarán revueltas a una escala antes inimaginable.
En La ola que viene, Suleyman (uno de los mayores expertos del planeta en sistemas inteligentes) demuestra cómo estas fuerzas amenazan seriamente las bases del orden mundial. Mientras nuestros frágiles gobiernos caminan sonámbulos hacia el desastre, nos enfrentamos a un dilema existencial: por un lado, enfrentarnos a los daños sin precedentes derivados de una exposición incontrolada a estas nuevas tecnologías; por otro, a la amenaza de una vigilancia tiránica y abusiva. ¿Conseguiremos abrir un estrecho punto de fuga entre la catástrofe y la distopía?
Este trabajo aborda el neoliberalismo sobre un terreno que siempre le fue propio: la elección de la guerra civil. Si el neoliberalismo se puede caracterizar por sus pretensiones de organizar todo aspecto de la vida social según una lógica de mercado, este proyecto solo ha resultado posible bajo la dimensión de una violencia que le es innata. Por eso, la «guerra civil» es algo más que una metáfora.
Propugnada por los neoliberales, la guerra consiste en un ejercicio de dominación polimorfo que a veces se dota de medios militares y policiales, pero que a menudo se confunde con el poder gubernamental y por lo general se lleva a cabo en y a través de las instituciones del Estado. La paradoja del neoliberalismo es así que siempre ha requerido del Estado y de su poder de coerción. De un modo radical, los neoliberales han desplazado el concepto de libertad, tradicionalmente vinculado a la emancipación y la lucha contra la opresión, a la pura libertad económica y de mercado, que exige de la opresión estatal para ser garantizada.
En estas páginas, se analiza así la historia del proyecto neoliberal. De Hayek a Thatcher y Pinochet, de Mises a Trump y Bolsonaro, y de Lippmann a Biden y Macron, el neoliberalismo ha adoptado diversas formas según dictan las circunstancias. Pero en todos los casos, lo que aparece bajo esta perspectiva estratégica es la historia de una lógica dogmática implacable que no repara en medios a la hora de debilitar y, si es posible, aplastar a sus enemigos.
Doy gracias a Dios porque en su misericordia me permite
comunicarte mi experiencia de oración.
La oración es la armadura de Dios en la guerra que
enfrentamos cada día. Como nos enseña el apóstol Pablo
en Efesio 6: 11, la armadura de Dios es la oración y está
disponible para todo creyente, para cada miembro del
cuerpo de Cristo.
La oración es la comunicación fundamental del cristiano
de una manera acertada y eficaz con el Padre, orando en el
espíritu a través de su palabra.
En un sueño, el Señor me tomó de la mano; iba subiendo
como cuando un avión se eleva, solo veía nube; esto era
como un ascensor. El Señor me decía “Mira”, y yo miraba
diferentes niveles de oración. El Señor me instruía que
debemos dedicar tiempo a la oración en intimidad. La
oración traerá la respuesta de Dios.