¿Qué tienen en común el papel mesiánico que Vladímir Putin confiere a Rusia y el proyecto SpaceX de Elon Musk? ¿Qué relación hay entre el interés de Google por revertir el envejecimiento y la momia de Lenin celosamente custodiada en la plaza Roja de Moscú?
La respuesta la hallamos en el cosmismo, una corriente nacida en las últimas y convulsas décadas de la Rusia imperial, cuya influencia ha atravesado la historia entera de la Unión Soviética y que aún hoy se hace sentir en los proyectos más audaces emprendidos en Silicon Valley.
El filósofo Michel Eltchaninoff realiza un apasionante recorrido por la historia y las ideas de los cosmistas, un puñado de eruditos que con sus visionarias propuestas moldearon el siglo soviético: desde el leninismo, el estalinismo o la carrera espacial hasta las corrientes ultraconservadoras surgidas tras el hundimiento de la URSS y que sirven de guía a los dirigentes rusos actuales.
Pocas veces se puede narrar cómo el genio de un individuo cambió el curso de la historia humana a escala global. Lenin. El hombre que cambió el mundo cuenta el periplo vital del creador del primer Estado fruto de un diseño intelectual. Lenin, como nadie antes, supo interpretar el comportamiento y la reacción de las personas y, así, erigir desde la nada un poder político nunca antes visto. Con él nació el primer Estado socialista. A través de su breve vida, el lector descubrirá una época apasionante donde los acontecimientos en torno al protagonista son favorables al gran cambio que tenía entre manos.
Más de cien años después del estallido de la Revolución rusa, Lenin sigue inspirando una gran fascinación, tanto dentro como fuera de Rusia, y ha pasado a la historia como un político frío y autoritario que creó un nuevo modelo de Estado que imitarían casi la mitad de los países del mundo.
En esta reveladora biografía, el periodista Victor Sebestyen se basa en fuentes primarias inéditas para recrear la vida de Lenin y su actividad revolucionaria y, luego, al frente de la Unión Soviética. Pero Sebestyen va más allá y revela a la persona tras el revolucionario, un hombre que amaba la revolución, pero también la naturaleza, que era propenso a los ataques de ira y que mantuvo un largo menage à trois con su esposa Nadezhda Krúpskaya y la seductora camarada bolchevique Inessa Armand.