Un recorrido por la memoria familiar siguiendo las huellas geográficas, mentales y sociales de todo un siglo en nuestro país.
Tal vez el más difícil de los sujetos de estudio sea nuestra propia familia. Esta historia nace del relato fragmentado e interrumpido de los abuelos, pero también de la vivencia del conflicto como historiador del autor, Gutmaro Gómez, que es a la vez el hijo que vive el deterioro y la precariedad en la que viven sus mayores y el padre que ve como sus hijos mantienen y reproducen muchas de las claves heredadas del pasado a pesar de la distancia generacional y tecnológica.
Los descendientes nos ofrece una visión de conjunto de todo un siglo a través de los archivos, las imágenes, los recuerdos y las experiencias familiares, y trata de explicar, en definitiva, por qué la historia se ha convertido en un arma de polarización y de división política en nuestros días. El lector tiene en sus manos un tratado de recuerdos, de fronteras, de llamadas perdidas. Un mapa de las huellas geográficas, mentales y sociales de un tiempo, un país, un continente. Una historia de los afectos, de los miedos y los fracasos que se transmiten en el hogar. Una guía, un antídoto para el dolor de adentrarnos en los silencios, en las pistas falsas y mentiras que nos legaron nuestros seres queridos.
Las inmensas transformaciones en curso en nuestras sociedades no solo producen una desigualdad cada vez mayor de ingresos y patrimonios sino que alteran la identidad misma de los actores sociales. Ya no se trata de propietarios más ricos y trabajadores más pobres, sino de grupos enteros que ven reconfigurada su identidad en términos tanto objetivos como subjetivos. El grupo mayoritario, siempre en aumento, es el de los desposeídos: los que sufren la distancia geográfica, política y cultural respecto de sus sitios de trabajo, de los servicios públicos, de los bienes simbólicos y materiales. Los desposeídos son aquellos marcados por la precariedad y la exclusión, los que no tienen nada. El surgimiento de esta clase social ha puesto en entredicho la lógica misma del conflicto político. Desconectadas y distanciadas, las dos clases antagónicas ya no luchan: hoy lo que asegura el orden social es el distanciamiento con respecto al otro. En esta sociedad, que no es una sola, las clases populares no son los enemigos sino los olvidados. Es por esto, además, que sus malestares son ilegibles para las élites; así y todo, señala Guilluy, los desposeídos están en el origen de todas las protestas actuales. En este libro excepcionalmente lúcido y potente, el ensayista francés expone sin ambages el filo más amargo de la realidad contemporánea.
Rudyard Kipling encontró la perdición en los burdeles de la India colonial; Conrad descubrió en Borneo un destino hecho para los «hombres sin entrañas» y Graham Greene quedó atrapado entre nubes de opio en la decadencia de Saigón.
David Jiménez sigue las huellas de escritores legendarios que quedaron hechizados por la magia de Oriente, recorre los escenarios de sus libros y se embarca en una odisea para resolver el gran misterio. ¿Cuál es el secreto que ha empujado a viajeros, exploradores y escritores hasta el Este desde tiempos de Marco Polo?
El autor se adentra en la Birmania que George Orwell vivió como policía imperial; la China donde la mítica reportera Martha Gellhorn sufrió su «viaje al infierno» en compañía de Hemingway; o la Filipinas disparatada que describió Manu Leguineche.
Míticos hoteles de guerra, islas remotas, mundos perdidos y personajes fascinantes protagonizan un recorrido en el que Jiménez nos descubre qué permanece y qué se ha desvanecido del Asia que inspiró a las figuras de la literatura. El resultado es una aventura a través de un continente en ebullición, una travesía por lo más profundo de la naturaleza humana y una búsqueda, trepidante y obsesiva, del elusivo misterio oriental.